Es considerada una de las bibliotecas especializadas en derecho romano más importantes de América Latina y del mundo hispanohablante. Con casi 9000 volúmenes, la colección Ankum está llamada a constituir un polo de atracción para romanistas e historiadores del derecho chilenos y extranjeros. La Facultad de Derecho recibió en julio de 2014 esta colección, que corresponde a la biblioteca personal del profesor de la Universidad de Amsterdam Hans Ankum (1930-2019), uno de los más destacados estudiosos del derecho romano en el mundo. El acuerdo para formar la colección fue adoptado en septiembre de 2013 por el propio Hans Ankum en su casa, en Holanda, donde fue visitado especialmente para ello por el Decano de la Facultad de Derecho en ese entonces, Roberto Guerrero Valenzuela, y por los profesores de Derecho Romano Patricio Carvajal y Carlos Amunátegui. Finalmente, el acto de incorporación de la colección Ankum a la Biblioteca de Derecho y Comunicaciones, ubicada en la Casa Central, se realizó el 20 de enero de 2015, y fue presidido por el Secretario General de la UC, profesor Mario Correa Bascuñán, y por el entonces Decano. Asimismo, la colección fue recibida simbólicamente por dos de los discípulos de Hans Ankum: Laurens Winkel, de la Universidad de Rotterdam, y Boudewijn Sirks, de la Universidad de Oxford. Johan Albert “Hans” Ankum (23 de julio de 1930 – 3 de junio de 2019) fue un destacado jurista y académico holandés, profesor de derecho romano, historia del derecho y papirología jurídica en la Universidad de Amsterdam entre 1965 y 1995. Ankum nació el 23 de julio de 1930 en la ciudad de Amsterdam, en el seno de una familia de origen alemán. Luego de sus estudios secundarios en Zaandam, donde se destacó en griego y latín, estudió Derecho y obtuvo su doctorado en 1962 en la Universidad de Amsterdam con una tesis sobre historia de la acción pauliana. Así, comenzó su actividad académica como investigador en papirología jurídica -disciplina de gran prestigio y desarrollo en los Países Bajos-, primero en la prestigiosa Universidad de Leiden, hasta 1965, y luego en la Universidad de Amsterdam, desde 1965, año en el que fue llamado para ocupar la cátedra de derecho romano, historia del derecho y papirología jurídica como sucesor de su maestro, Hendrik Richard Hoetink (1900-1963), hasta su retiro en 1995. En vida, Ankum recibió numerosos homenajes, llegando a ser miembro de la Real Academia Neerlandesa de Artes y Ciencias en 1986 (que admite un único miembro por cada disciplina académica), y recibiendo el doctorado honoris causa por parte de una serie de universidades europeas. Luego de su jubilación, en 1995, se publicaron sendos volúmenes en su honor, en los que participaron los más destacados romanistas del mundo, como claro reconocimiento a su brillante trayectoria. Ankum falleció en Haarlem el 3 de junio de 2019, a la edad de 88 años. La colección Ankum está compuesta por 8851 ítems de material bibliográfico, entre los que se cuentan 5217 monografías, 2706 separatas y 928 números de revistas. Desde su recepción, está provista de un espacio físico especial dentro de la Biblioteca de Derecho y Comunicaciones de la UC, en Casa Central, en estanterías a disposición de toda la comunidad académica, aunque su uso está restringido únicamente dentro de la sala de la biblioteca. Los volúmenes de la colección, descrita como “Biblioteca Hans Ankum”, se encuentran agrupados temáticamente y clasificados con el prefijo ANK, identificados con Ex Libris y con nota interna en el catálogo de Bibliotecas UC, para distinguir este importante fondo bibliográfico. Se accede al material de la colección Ankum a través del catálogo general de Bibliotecas UC.
La colección Ankum y su historia
Sobre Hans Ankum
La colección en nuestra biblioteca
“Llegué el 2019 a la Clínica Jurídica por una causa de mi hija. Siempre estuvieron pendientes y eso lo agradezco y se los he dicho siempre: Fueron un gran apoyo para mi.
“Hace tres años, mi hija sufrió abuso sexual infantil. Golpeamos muchas puertas, el sistema privado se escapaba de nuestras posibilidades y el sistema público está absolutamente colapsado. Llegamos al Área Niñez donde nos acogieron desde el día uno, buscaron todo lo posible y lo imposible para alejar a mi hija de su agresor y ayudarme a darle la protección que ella necesitaba.
“Comencé este camino con mucha frustración, pidiendo apoyo en muchos lados. No lo encontré. Siempre encontraba las mismas respuestas: que no se podía hacer más, que debía esperar. Hasta que me encontré con la Clínica Jurídica y su Área Niñez donde me han apoyado.
"Cuando mi hija sufrió un abuso sexual por parte de la pareja de mi excónyuge me vi en la necesidad de pedir ayuda y por intermedio de los funcionarios de la biblioteca de Peñalolén me enteré del Área Niñez.
"Área Niñez de la Clínica Jurídica UC entrega, sin duda, un apoyo especializado en cada uno de esos profesionales, ya sean los abogados, la psicóloga y todo el grupo humano que compone el Área Niñez hace que la atención sea integral, pero más que eso, una atención humana, una atención que hace que cada una de nuestras familias, que cada uno de nuestros niños pueda enfrentar este proceso, que es tan difícil y que puede durar muchísimo tiempo, varios años, de una manera digna, de una manera que en estos momentos el Estado ni ninguna institución, puede entregar".
“Este espacio unitario de la atención interdisciplinaria, además de los beneficios que entrega desde el punto de vista de la defensa judicial, otorga dignidad a la víctima y a su familia, quienes no verán atomizada la atención de las diversas aristas que se generan con ocasión del hecho cometido, contando con atención especializada en cada materia, con una contención psicológica permanente y en un ambiente respetuoso de la situación tan grave vivida, en un contexto de amabilidad y con un alto nivel de compromiso. Creo, personalmente, que la atención que brindamos resulta ser un primer paso en el largo camino de la reparación”.
“Área Niñez ofrece mucho más que una representación jurídica. Es un espacio amable de escucha, contención, humor, sensibilidad y coraje. Creemos en un mundo que los niños quieran habitar”.
"Trabajar en este proyecto significa estar cotidianamente vinculado con la vulnerabilidad de una realidad que está escondida. Más allá de los resultados que podamos obtener en un juicio particular, personalmente, lo que a mí me hace sentido es participar y tratar de construir desde mi rol como abogado en la reparación del niño o niña y, para ello, la presencia es vital.
