La cuarta sesión de Miradas Derecho UC analizó las relaciones entre el Congreso y el Presidente, así como las definiciones de carácter electoral contenidas en la propuesta constitucional.

Analizar el sistema político que propone el proyecto de Nueva Constitución de cara al plebiscito del 17 de diciembre fue el objetivo de la cuarta sesión del ciclo Miradas Derecho UC, organizado por el Foro Constitucional UC. En esta oportunidad, los invitados a debatir fueron los profesores Derecho UC Germán Concha y Patricio Zapata. La sesión fue moderada por la profesora y directora del Foro Constitucional, Alejandra Ovalle.

La conversación comenzó con la entrega, por parte de los expositores, de su diagnóstico sobre el diseño y funcionamiento de nuestro sistema político. Así, el profesor Concha afirmó que le parece acertado el diagnóstico que subyace a la propuesta, en el sentido que existe un problema de funcionamiento institucional y en la relación Congreso/Presidente. Explicó las dificultades que se generan por no tomar en cuenta los efectos acumulados o combinados de las reformas que se han efectuado al sistema político. Aludió también a los incentivos para los cargos públicos, a los partidos políticos y a la tarea de los parlamentarios. “Creo que hemos ido difuminando la capacidad de ir asignando responsabilidades a los actores políticos (…) los partidos políticos han sido reemplazados por una política de ‘causismos’. Hemos dejado de valorar lo que los partidos políticos hacen, que es tener visión de conjunto. (…) también se ha ido desnaturalizando el rol de los parlamentarios”.

El profesor Zapata, en tanto, aseveró que nuestros problemas de falta de cooperación, lo agrio del debate e inestabilidad responden a un fenómeno global y complejo, por lo que no basta una medida específica para resolverlos. En cuanto al diagnóstico, planteó que a su juicio “el problema principal de nuestra Constitución sigue siendo que le falta más democracia a nivel local, más poder para las regiones y los municipios, le falta más equilibrio, es un problema tener un Congreso tan débil, también hay que darle más participación a las personas en las decisiones relevantes. Concuerdo en que la excesiva fragmentación en el parlamento es un problema y que es malo tener diputados del 1%”. En este sentido, afirmó que aun cuando la propuesta constitucional tiene cosas positivas, en lo que respecta al régimen de gobierno no toca los problemas principales.

Relaciones Congreso y el Presidente

Luego, los expositores evaluaron las relaciones y mecanismos de colaboración y contrapeso entre el Congreso y el Presidente. Zapata alertó sobre el equilibrio de poder que se plasma en el proyecto. Recordó que, en los últimos 30 años sólo hemos tenido en una ocasión a un gobernante con mayoría sólida en ambas cámaras y fue el segundo gobierno de Michelle Bachelet. En ese entonces, continuó, se aprobaron reformas tributarias, laborales, electorales, educacionales, aborto en tres causales. El único contrapeso fue el Tribunal Constitucional que, al poner frenos, complicó su propia legitimidad. Cuestionó que dicho escenario sea deseable, en tanto “este proyecto viene con una ampliación de la iniciativa exclusiva presidencial en materia de gastos, aún mayor de la que tiene en la actualidad, y yo no quiero que el parlamento sea un buzón, creo que se tendría que haber fortalecido al Congreso”. Así, concluyó, que “No me convence que hayamos pensado en un Presidente aún más fuerte y robusto. Me parece que el proyecto cree que la solución es facilitarles la vida a los presidentes y yo creo que no va por ahí la enfermedad”.

Concha, en tanto, discrepó: “no estamos exageradamente facilitando la función del presidente”. El problema, en todo caso, aseveró, no es exclusivamente institucional “sino de un Presidente que no quiere ejercer las atribuciones y usar las herramientas que tiene disponibles”. Hizo presente que efectivamente existe una preocupación por los incentivos que se juegan en materia de gasto al interior del Congreso, citando como ejemplo el caso de los retiros, ante lo cual sostuvo que “la iniciativa exclusiva del Presidente en materia de gasto juega un rol muy importante porque obliga a quien tiene a su cargo administrar la caja a asumir la responsabilidad por lo que está proponiendo”. Agregó que la principal dificultad que enfrenta el país es haber adoptado un sistema electoral demasiado proporcional que favorece la lógica de ‘causismos’ y los candidatos del 1%. Tildó de error no permitir la reelección de parlamentarios, ya que perdimos experiencia acumulada, agregando que otro error fue no considerar una elección parlamentaria de medio tiempo.

Reglas Electorales

Finalmente, los expositores se refirieron a los cambios en materia de reglas electorales como la reducción de escaños y magnitud de los distritos; el umbral del 5% para las elecciones de diputados; y los mandatos de promoción de participación política de mujeres y pueblos indígenas. También a las innovaciones orientadas al fortalecimiento de los partidos políticos, su democracia interna y la disciplina partidaria al interior del Congreso; y al nuevo capítulo III que introduce mecanismos de participación.

Concha indicó que le parece positivo que se hayan incorporado cambios en materia electoral que apunten hacia la reducción del efecto de fragmentación del sistema proporcional. Tal vez, aseveró, el umbral del 5% no era la mejor herramienta, pero va en el sentido correcto, junto con la reducción del tamaño de los distritos. En cuanto a la participación ciudadana, sostuvo que la propuesta toma un camino razonable al hacerse cargo de la discusión que existe a nivel global acerca de la democracia representativa, aunque alertó sobre algunos de los problemas que presentan los mecanismos de participación.

Zapata en tanto, declaró tener una marcada preferencia por un sistema proporcional para nuestro país: “es parte de la realidad chilena la existencia de varias familias políticas; hay distintas maneras de ser de derecha y de ser de izquierda”. Concluyó explicando que, a su parecer, lo que debió hacer la propuesta para obtener los efectos deseados, era eliminar los pactos electorales o listas y la segunda cifra repartidora, además de reducir la magnitud de los distritos. En este sentido cuestionó la introducción del umbral del 5% en un sistema como el nuestro en el que se vota por candidatos y no por listas.

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