Diario Financiero

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La información que circuló la semana pasada era que la app iba a actualizar sus términos y condiciones para permitir una mayor integración con Facebook y modificar la manera en que se procesan los datos de usuarios, quienes tenían que aceptarlos si querían seguir en Whats App.

Los cambios se harían efectivos el 8 de febrero y provocaron que varios clientes se preocuparan en redes sociales por el destino de su información personal; como el número de teléfono, datos de transacciones, información sobre la interacción con otros usuarios y la dirección IP. Fue tanto el revuelo, que Whats App se arrepintió. "A nadie se le suspenderá o eliminará su cuenta el 8 de febrero. También vamos a hacer mucho más para aclarar la información errónea sobre cómo funciona la privacidad y la seguridad en Whats App.

Luego, iremos a las personas gradualmente para que revisen la política a su propio ritmo antes de que las nuevas opciones comerciales estén disponibles el 15 de mayo”, informó la empresa. “El update de privacidad no cambia en nada la información que se comparte con FB en las conversaciones entre usuarios. No hay ningún cambio respecto de compartición de datos con Facebook desde el año 2016”, tuiteó Pablo Bello, Director de Políticas Públicas de Whats App para América Latina. La empresa afirmó en un comunicado que el foco es “facilitar que las personas realicen compras y obtengan ayuda de una Empresa directamente en Whats App”.

Cada vez más personas se contactan con empresas y para aumentar aún más la transparencia, actualizamos las políticas de privacidad para describir que, en el futuro, las empresas pueden optar por recibir servicios de almacenamiento seguro de nuestra empresa matriz, Facebook. ¿Qué es lo que cambia? WhatsApp aclaró que no puede ver los mensajes privados ni escuchar llamadas; ni mantiene un registro de los contactos o las ubicaciones. Pero hay otro tipo de información sensible.

Daniel Álvarez, abogado académico de la Universidad de Chile y socio en Ciberseguridad Humana explica que “lo que está haciendo la actualización es ser mucho más explícita, para que pueda existir flujo de información, especialmente metadatos que se generan en el uso de WhatsApp. Son los datos relacionados con una comunicación, que no son la comunicación en sí misma”.

El caso más clásico es el sobre: cuando mandas una carta, el metadato es el remitente y destinario. “Los metadatos son importantes porque, pese a que no dan cuenta del contenido del sobre, entregan información como con quién conversas, cuánto conversas, cuál es tu lista de contactos, de qué tamaño es la información que intercambias. Van develando aspectos de la vida privada”, agrega Álvarez.

Carlos Amunátegui, profesor titular de Derecho e Inteligencia Artificial en Derecho UC, afirma que la realidad sobre lo que comparten las empresas de Zuckerberg no es tan clara. “Un punto interesante es si el consentimiento del propio usuario es suficiente para permitir esto porque claramente no puede comprender los alcances de esta política. Hay un tema de protección al consumidor bastante evidente y requiere de más reflexión”, dijo a Las3Claves. Com.

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