Emol
Aún la tinta de las firmas del acuerdo para iniciar el proceso para una nueva Constitución no se seca y algunas dudas han surgido en el caso de que gane la opción "Sí" en el plebiscito de abril del próximo año, donde la ciudadanía decidirá si tendremos o no una Nueva Constitución.
Según el acuerdo de las fuerzas políticas, el texto se escribirá en una "hoja en blanco", es decir, no reformando la actual Carta Magna sino que redactando una por completo. Además, los acuerdos en torno a los contenidos deben alcanzarse con un quórum de 2/3 para definir una nueva ley.
Hay que tener en cuenta que en todas las Constituciones del mundo se usan los quórum, ya que el fin de éstas es proteger los grandes temas que la propia sociedad se ha fijado como propios, de las mayorías circunstanciales. Es decir, el objetivo es establecer límites a las mayorías temporales en la modificación de los mínimos comunes.
Ambos puntos generaron gran debate entre los partidos políticos, culminando incluso en la renuncia de 73 militantes a Convergencia Social (CS) luego de que el diputado Gabriel Boric firmara el acuerdo de manera personal y no la timonel de CS, Gael Yeomans (Comunes), fragmentando al conglomerado frenteamplista.
Mientras, en el Gobierno, el acuerdo para la nueva Constitución sigue siendo un punto de discusión, especialmente por las declaraciones de algunos ministros donde aseguraron públicamente que votarían a favor de cambiar el texto jurídico, lo que generó incomodidad en la UDI.
La hoja en blanco
El lunes pasado, más de 240 académicos de derecho y ciencia política firmaron una carta donde celebran el acuerdo para una nueva Constitución, aunque indicaron que "la determinación en concreto de qué quórums deben ser alcanzados para adoptar una decisión no es un asunto fácil. Ciertamente, mientras más alto el quórum más difícil será alcanzar un acuerdo".
Pero, continúan, "el quórum de 2/3 acordado busca que la nueva Constitución sea el producto de grandes acuerdos. En la Constitución de 1980 el quórum de 2/3 otorga un poder de veto al sector político que la redactó impidiendo que las mayorías democráticas la reformen. En contraste, en la constituyente el quórum de 2/3 hace que la Constitución sea el producto de la voluntad de las grandes mayorías porque se parte de una hoja en blanco que no da ventaja a ningún sector político en particular".
Además, según señalaron, las materias que no logren acuerdo quedarían "fuera de la Constitución", pasando a la "política democrática" -es decir, a los legisladores del país-, y luego se debe ratificar el texto en su totalidad mediante plebiscito.
Sin embargo, no todos interpretan que la Constitución debe partir "desde cero". Así lo manifestó el lunes la presidenta de la UDI, Jacqueline Van Rysselberghe: "Estoy convencida que así como yo, hay otras personas que no quieren hacer borrón y cuenta nueva, que encuentran que Chile está donde está gracias al esfuerzo de todos".
"Que hay cosas que hay que mejorar, sí, pero hay otras que mantener también. Y nosotros no queremos partir de cero y por eso vamos a votar que No", aseveró la timonel oficialista.
En la otra línea, Gael Yoemans comentó el sábado que "valoramos contar con una hoja en blanco, desde la cual podamos escribir una nueva Constitución y así tener la posibilidad de terminar con la Constitución de Pinochet".
"Hasta el último momento preferíamos un quórum de 3/5 para poder disminuir el veto a las minorías, y es por eso que vamos a seguir disputando", agregó la timonel de CS.
"Es algo simbólico"
El abogado constitucionalista y académico de la U. de Chile, Enrique Navarro, señaló esta mañana en entrevista con Emol TV que la hoja en blanco "es algo básicamente teórico. Es algo simbólico para decir ´vamos a conversar´, para ponernos de acuerdo", precisó.
Navarro explicó que el texto jurídico "tiene dos elementos básicos: la parte orgánica -organización del poder- y la parte de derechos fundamentales", y aseveró: "A nadie se le puede ocurrir que no va a estar incluido el derecho a la vida, a la igualdad, a la libertad, derechos de carácter económico-social".
En ese sentido, destacó la larga historia constitucional del país, asegurando que las constituciones que se han hecho suelen basarse en las anteriores, por lo que en caso de redactarse una nueva Carta Magna ésta tendría aspectos de la actual, considerando las figuras del Presidente y el Congreso, e instituciones como tribunales, Contraloría o el Banco Central, aunque afirmó que "van a perfeccionarse en materia de derechos fundamentales sin duda".
Respecto al quórum, Navarro aseguró que los 2/3 de aprobación es "alto" pero necesario "para que en definitiva entre todos consensuemos un texto". Además, aclaró que en caso de no llegarse a un acuerdo respecto a la nueva Carta Magna, "sigue rigiendo la actual Constitución".
Consultado sobre la carta enviada por los profesores, manifestó no estar de acuerdo, ya que "en el fondo esto se va a aprobar en definitiva como un todo", aunque agregó que "hay situaciones de detalle que pueden precisamente no incluirse en la Constitución, pero después tienen que ser reguladas en la ley".
"Un texto por otro"
Sobre la hoja en blanco, el constitucionalista Patricio Zapata, académico de la U. Católica y quien encabezó el proceso que impulsó la ex Presidenta Bachelet, hizo dos precisiones en Emol TV: primero, "cualquier país, en cualquier época, cuando se sienta a hacer una Constitución, tiene sobre la mesa una historia larga que nos influye a todos. En el caso de Chile, además, tenemos los tratados internacionales de derechos humanos", los cuales considera difícil dejar de lado. Segundo, afirmó que "una vez que terminemos de trabajar (...) ese proyecto va a derogar orgánicamente", lo cual "significa que reemplazas por completo un texto por otro".
Además, Zapata señaló que en el caso de no llegar al quórum en los 2/3, "después se hace por ley". Así, el académico de la UC opinó que si no se aprueba un acuerdo, no queda establecido lo dicho en la Carta Magna actual, ya que ésta será reemplazada. Por tanto, "en ese nuevo texto van a estar todas las cosas en que estemos de acuerdo con los 2/3". Respecto al mecanismo para aprobar las materias, ya sea artículo por artículo o aprobar el texto general, Zapata afirmó: "Leyendo el acuerdo varias veces, no hay nada sobre la metodología, pero lo que sí está claro es que la metodología tiene que aprobarse por los 2/3". "El acuerdo establece que la convención o asamblea se va a reunir -probablemente a principios del año 2021- y tiene que decir su forma de funcionar y cómo aprueba las normas". Además, al ser consultado sobre si entonces lo de ahora es más bien interpretación por parte de los expertos, Zapata afirmó ese planteamiento.