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'La manipulación de la tarifa dinámica por parte de socios conductores coordinados es un mito', dice Felipe Contreras, gerente de comunicaciones de Uber. El ejecutivo respondió al profesor de Derecho Económico de la Universidad Católica Felipe Bravo, quien se inscribió como conductor de Uber hace tres meses y asegura haber descubierto malas prácticas.

Tarifas. Explica el académico que los choferes trabajan desconectados del sistema para mantener la tarifa dinámica. Cuenta que un grupo de conductores Uber que cubre un sector determinado del barrio alto se pone de acuerdo por Zello, una aplicación que simula una radio tipo walkie-talkie, para desconectarse del sistema al mismo tiempo. Esto provocaría que en el sistema aparezca un déficit de autos, lo que aumenta las posibilidades de que haya tarifa dinámica, es decir más alta de lo habitual. Bravo explica que, cuando aparece la tarifa dinámica en el sistema, los choferes, que se dan cuenta de eso porque también tienen la aplicación Uber para pasajeros, se reconectan y aceptan clientes.

'El sistema de Uber se basa en grandes números. Por lo tanto, no es posible que los conductores, al apagar su aplicación, aunque fuera de forma coordinada (evento que no hemos visto en nuestros más de 3 años en Chile), alteren la valoración del servicio que solicitan los usuarios', asegura Contreras. 'La tarifa dinámica de Uber responde únicamente al balance oferta y demanda de viajes y, por lo mismo, sólo se registra en algunos momentos muy específicos de cada día, como pasa en las horas puntas de la mañana y por las noches, donde las solicitudes de viajes se disparan', dice.

Asegura que con un enorme volumen de tránsito en todo horario los tiempos de espera sólo bordean los cinco minutos en promedio en todo Chile. 'Esto no sería posible si los conductores apagaran sus dispositivos o cerraran sus aplicaciones para intentar manipular los precios', explica.

Velocidad. Otra práctica, según Bravo, es evitar los tags e irse más lento. 'A un chofer le conviene irse más lento por una calle sin tag, que irse a 100 kilómetros por hora', dice el profesor.

'Esta afirmación tampoco tiene sustento en la realidad. Los usuarios pueden ver el costo de su viaje incluso antes de solicitarlo. Por lo tanto, el que el conductor determine una ruta distinta o circule más lento no va a afectar los bolsillos de los consumidores', explica Contreras. 'Lo único que, en efecto, puede modificar la tarifa inicial, es que el mismo usuario, durante el viaje, agregue paradas o cambie el destino a través de la aplicación', explica. Uber tiene un servicio de ayuda las 24 horas del día, para solucionar las inquietudes de los usuarios.

Cancelación. El profesor Bravo también dice que los choferes aceptan viajes y se demoran intencionadamente para que el cliente cancele el pedido. Luego de pedir un Uber, el usuario tiene cinco minutos para cancelarlo, si es que se arrepiente. Si se pasa de ese tiempo, debe pagar una multa de $1.500, que va al bolsillo del conductor. Algunos conductores, dice el académico, se demoran a propósito y esperan a que el cliente cancele el pedido. Si un cliente alega a la empresa por esta demora excesiva, se le devuelve el dinero de la multa, pero muchos no protestan y la plata de la multa queda para el chofer.

'Esta medida se tomó para honrar el tiempo y los recursos invertidos por los socios conductores. Sin embargo, la tasa de cancelación es muy baja: la gran mayoría de los viajes conectados a través de la plataforma se llevan a cabo satisfactoriamente y reciben una alta evaluación por parte de los usuarios', explica el gerente de comunicaciones de Uber.

Identidad. No se sabe a ciencia cierta la identidad de quién maneja, dice Bravo. Se supone que cuando hay demasiados reclamos contra un chofer, Uber los pone fuera de circulación. Bravo explica que existiría un mecanismo para burlar el sistema. Para ser chofer Uber se necesita presentar por internet, no necesariamente en persona, licencia de conducir, una foto, certificado de antecedentes y permiso de circulación al día. Bravo dice que hay personas dedicadas a obtener esta información a través de engaños. Por ejemplo, se pone un aviso en un diario donde se le ofrece trabajo a alguien que tenga auto. Como requisito se exigen todos los papeles: licencia, foto, permiso de circulación. Los interesados mandan sus datos y lo que se hace es crear, a sus espaldas, una cuenta de conductor Uber que luego se vende a choferes bloqueados.

Cuenta Contreras que una persona que desea comenzar a trabajar en Uber necesita presentar un certificado de antecedentes sin anotaciones, con un máximo de 3 meses de antigüedad, que debe renovarse cada 6 meses para poder seguir utilizando la plataforma. A esto se suma una licencia de conducir y permiso de circulación al día. 'Los usuarios actúan como controladores de calidad y en tiempo real. Al terminar cada viaje, el socio conductor recibe una calificación que nos indica si el viaje se llevó a cabo de forma satisfactoria o, en caso contrario, si hay algo que deba ser revisado por nuestro equipo de soporte', cuenta. 'Hemos detectado a terceros que, a través de las redes sociales, dicen poder crear o vender cuentas de usuario de Uber. Cuando nuestro equipo o nuestro sistema detectan alguna de estas irregularidades, la cuenta asociada es suspendida de inmediato de nuestra plataforma y entregamos todos los antecedentes a las autoridades competentes', dice.

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