El Mercurio

Ricardo Irarrázabal 158x158

Señor Director:

El rechazo del proyecto Dominga por parte de la Comisión de Evaluación de la Región de Coquimbo muestra una vez más la poca conveniencia de que la decisión de los proyectos en el Sistema de Evaluación Ambiental (SEIA) quede en manos políticas. Cuesta mucho explicarse cómo los mismos seremis que hace pocos días visaban sin observaciones el Informe Consolidado de Evaluación que recomendaba la aprobación del proyecto, de un día para otro, cambien de opinión y voten por el rechazo.

Si se pretende realmente tecnificar la evaluación ambiental, resulta esencial sustraer las instancias políticas de esta instancia, tanto a nivel de Comisión de Evaluación como a nivel de Comité de Ministros. Para ello se requiere que las Resoluciones de Calificación Ambiental sean otorgadas por el mismo Servicio de Evaluación Ambiental con reclamación a los Tribunales Ambientales. Evidentemente, y para que las presiones políticas no caigan sobre este servicio, se necesita que el mismo tenga mayores niveles de autonomía. Lamentablemente, dicha propuesta, planteada hace bastante tiempo, fue desechada por la Comisión Asesora Presidencial para el SEIA.