El Mercurio
Don Thomas Ledger, en su carta de ayer, opone a mi afirmación de ser universal la convicción de que Dios existe el hecho de que hay ateos. En mi primera carta partí de ese supuesto, que además nadie podría negar, y que no es incompatible con la universalidad. Nadie dirá que porque hay anarquistas no es universalmente admitida la necesidad de una autoridad en la sociedad.
En cuanto a Laplace, él dijo: "Newton afirma que el orden del Sol, de los planetas y de los cometas no puede ser sino la obra de una inteligencia; pero este orden mismo, ¿no puede ser acaso un efecto del movimiento y la Inteligencia que Newton hace intervenir?, ¿no pudo haber hecho depender ese orden de un fenómeno más general?". Como puede verse, Laplace no excluye la Inteligencia autora del orden del universo, sino que piensa que puede actuar a través de causas segundas.
En todo caso, en carta dirigida a un hijo suyo que comenzaba la carrera militar, de 17-VI-1809, Laplace le decía: "Con pena te he visto partir a Metz, sin poder abrazarte y darte mi bendición. Espero que harás honor en la noble carrera que vas a emprender... Ruego a Dios que vele sobre tus días: tenlo siempre presente en tu pensamiento como a tu padre y a tu madre" ("Obras de Laplace", t. I, ed. Gauthier, 1868. Noticia sobre el Marqués de Laplace, pp. V y VI).
