El Mercurio

Patricio Carvajal 158x158

Señor Director:

Como ya se ha hecho notar, es inminente el inicio de la nueva carrera de Derecho en la Universidad de Santiago, en cuyo plan no se considera la enseñanza ni del Derecho Romano ni de la Historia del Derecho.

Al respecto, quiero destacar la opinión de dos profesores de Derecho con quienes he conversado este asunto. El primero de ellos es el profesor Kaius Tuori, de la Universidad de Helsinki, en Finlandia, quien indicó: "Si el Derecho Romano y la Historia del Derecho no están incluidos en el plan de estudios para los alumnos de la licenciatura, es claro que el grado ofrecido no es aceptable y que, ciertamente, no alcanza el estándar internacional en la educación jurídica". El segundo, es el profesor Boudewijn Sirks, de la Universidad de Oxford, quien señaló: "Si no se incluye el Derecho Romano en el currículum de la licenciatura en Derecho, los estudiantes no tendrán ningún futuro, después, como abogados en el mundo moderno. Actualmente, la educación jurídica requiere una formación competitiva más allá de las legislaciones nacionales. Esta decisión chilena estará completamente fuera de las nuevas tendencias en el Derecho comparado y global, y obviamente debería relegar a esta facultad fuera de la educación universitaria de más alta calidad".

Como se ve, la decisión de la Universidad de Santiago es vista como absolutamente desafortunada y, me permito decir, provinciana. Me preocupa el destino de los jóvenes que con ímpetu y con méritos dedicarán largos años a obtener un grado en Derecho tan desencaminado. Y, asimismo, me preocupa la condescendencia en los estándares de calidad autoimpuestos por las universidades, especialmente en tiempos en que todo el sistema se encuentra volcado a justificar determinados tratos presupuestarios del Gobierno haciendo gala, precisamente, de su pretendido celo por conservar la calidad en la educación impartida.