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L os partidarios de restringir la privacidad a veces usan un viejo refrán: 'El que nada hace, nada teme'. A Marc Rotenberg, presidente del Centro de Información de Privacidad Electrónica de Estados Unidos y profesor del Centro de Leyes de la Universidad de Georgetown, no le gusta para nada.
'Es lo que el guardia de la cárcel le dice a los prisioneros. En la medida que te comportes, no tendrás nada que temer. Tengo un comentario mejor: un amigo me dijo que si no tenía nada que esconder, no tenía una gran vida', sonríe.
Rotenberg participó en el Seminario 'Dignidad en internet', que organizó la Defensoría Penal y el Centro de Estudios Internacionales de la Universidad Católica.
Para él, hasta el nombre de una persona debe ser protegido. 'Si tomo la foto de un jugador famoso de fútbol americano y la pongo en mi restorán, diciendo que a esta persona le gusta mi local, sus abogados me van a llamar y no me permitirán seguir adelante, porque el nombre tiene valor. Todos los nombres tienen valor, en distinta cuantía. Si alguien quiere vender tu nombre o usar tu información para su propio beneficio, debe tener tu consentimiento', afirma. 'Mi punto es que ese beneficio también debe volverse hacia nosotros', agrega.
El Centro de Información de Privacidad Electrónica, EPIC, por sus siglas en inglés, fue fundado en 1994, en Washington, para analizar los problemas de derecho a la privacidad, libertad de expresión y valores sociales en la era de la información.
Cuenta Rotenberg que en una encuesta que hizo en Estados Unidos el EPIC, poco después de que la Corte Suprema aprobara el derecho que tienen las personas al olvido o a borrar información personal de internet que consideren perjudicial, el 61 por ciento de las personas se declaró de acuerdo.
Explica que el aumento de la automatización de la información en internet crea una tremenda asimetría. 'Google configura lo que hemos estado haciendo durante los últimos cinco años, pero no podemos saber lo que Google sabe de nosotros. Eso es una falta de equilibrio. Lo que hace la privacidad es intentar restaurar el equilibrio. Nos da una protección frente a la empresa y hace que la empresa a la vez sea más transparente en la interacción con nosotros'.
Los datos de los dueños y de los ejecutivos de grandes empresas de internet generalmente cuesta encontrarlos en la web. 'Perdemos privacidad y ellos ganan privacidad. La privacidad es para algunos, no para todos. Esto necesita cambiar. No estoy en contra de las empresas, ni de las tecnologías, pero el sistema legal no nos da suficiente protección', explica.
Admite que hay información suya en internet que le gustaría que desapareciera. 'Mucha, estoy seguro. Espero que esté ahí. Si no, he estado malgastando mi tiempo y mi vida. Hay información que no creo que otros necesiten saber', dice.
