La Tercera

Hugo Cifuentes 158x158

De la desazón a la esperanza. Así cambió la reacción de empresarios y economistas, luego que los ministros Rodrigo Valdés y Ximena Rincón abrieran la puerta a que una parte de los 5 puntos de cotización que aportarán los empleadores a las pensiones se fuera a la cuenta individual y no sólo al fondo solidario, como había anunciado la Presidenta Michelle Bachelet.

El presidente de la CPC, Alberto Salas; el líder de Asimet, Juan Carlos Martínez; el timonel de Asexma, Roberto Fantuzzi y Juan Pablo Sweet, presidente de la Multigremial de Emprendedores (ver reacciones), José Antonio Guzmán, ex presidente de Habitat y los economistas Salvador Valdés y Guillermo Larraín consideran oportuno evaluar dicha posibilidad.

El economista de la Universidad de Chile, Guillermo Larraín, postuló que 'sería partidario de que sólo un 1% vaya a la cuenta individual y que el otro 4% se repartiera en 2% hacia el pilar de reparto y 2% para el pilar solidario'.

La Comisión Bravo planteó en su informe final un incremento a 14% en la tasa de cotización, donde una fracción debiera ir a la cuenta individual. Sobre el tema, el presidente de esa instancia, David Bravo, expuso que aún falta saber si una parte de esa cotización, que va a ser de cargo del empleador, va a ir a las cuentas individuales de cada persona y otra fracción a un fondo solidario. 'Ese detalle es bien importante. Nosotros en la Comisión lo planteamos', dijo.

Pero en el tema hay matices. El abogado e integrante de la Comisión Bravo, además de investigador del programa de derecho de seguros de la Universidad Católica, Hugo Cifuentes, declaró que la propuesta global B, de la instancia asesora, consistió en que esa cotización fuera al fondo solidario. 'Por consiguiente, nos parecería lo más recomendable. Si va a la cuenta individual, la capacidad de redistribución intergeneracional entre empleadores, trabajadores y Estado no se cumpliría, que es una de las cuestiones que indicó la Presidenta en su discurso', apuntó.

Impuesto al trabajo

José Luis Ruiz, ex integrante den la Comisión Bravo y director del magíster en finanzas de la Universidad de Chile, expuso que medidas como destinar un porcentaje del salario a un fondo solidario representan un impuesto al trabajo. La propuesta de aportar a un fondo solidario, señaló, 'no parece ser buena idea. Es mejor financiar aportes al fondo solidario con tributos generales y no distorsionar el mercado del trabajo'.

Entre los efectos de esta medida los expertos mencionan un impacto en las remuneraciones y menor dotación de personal, dependiendo de la gradualidad que se aplique.

Inquietud de pymes

Desde las pequeñas y medianas empresas, la idea de que el empleador aporte 5 puntos al fondo solidario generó inquietud. Para Rafael Cumsille, presidente de la Conapyme, 'hay que mirar cómo podría afectar ese 5% extra, aunque sea paulatino al sector pymes y al empleo. Es una buena idea, pero hay que revisar bien cómo implementarlo para contrarrestar posibles efectos negativos'.

En ese sentido, el líder de Asimet, Juan Carlos Martínez, esto 'definitivamente es un costo más para los empleadores. Entendemos la solidaridad y la situación en que están las personas que menos tienen, pero no deja de ser un costo, por eso hay que verlo con prudencia'.

Fantuzzi, añadió ' a mí no me gusta engañar, la parte extra que pondrá el patronal la va a pagar el trabajador, a la larga las cosas se ajustan y eso lo va a pagar el trabajador. Las cosas como son.

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