Revista Capital
Si tuviera que contratar a un abogado sub 40 para que lo represente, ¿a quién elegiría? Ésa fue la pregunta que hicimos a varios profesionales del mundo legal para diferentes especialidades: litigio civil, penal, derecho tributario, ambiental y libre competencia. 57 abogados entregaron su veredicto. Éstos son las nuevas promesas del derecho local
¿Quiénes votaron?
Juan Domingo Acosta, Franco Acchiardo, Francisco Aninat, Luis Alberto Aninat, Fernando Arab, Juan Francisco Asenjo, Sebastián Avilés, Matías Balmaceda, Juan Pablo Bambach, Fernando Barros, Rodrigo Benítez C., Manuel Blanco, Cristián Boetsch, Cristóbal Bonacic, Loreto Bresky, Felipe Bulnes, Miguel Chaves, Juan Eduardo Coeymans, Cristián Conejeros, Juan Ignacio Correa, José Joaquín Cox, Jaime del Valle, Samuel Donoso, Cristián Fabres, Alberto Eguiguren, Rodrigo Ferrada, Carolina Fuensalida, Alberto González, Juan Francisco Gutiérrez, Roberto Guerrero del Río, Jorge Guerrero, Sebastián Guerrero, Pedro Pablo Gutiérrez, Iván Harasic, Juan Pablo Kinast, Arturo Majlis, Juan Carlos Manríquez, Nicole Nehme, Matías Mori, Catherine Lathrop, Alejandro Laura, Sebastián Oddó, Juan Eduardo Palma, Julio Pellegrini, Rodrigo Pérez de Arce, Pedro Rencoret, Eduardo Riquelme, Miguel Schweitzer, Juan Pablo Silva, Germán Subercaseaux, Juan Turner, Francisco Urenda, Salvador Valdés, Gerardo Varela, Rodrigo Velasco, Nicolás Vergara, Gabriel Zaliasnik.
Cristián Boetsch
Edad: 35 años
Estudios: Abogado Pontificia Universidad Católica de Chile.
Trayectoria: Desde 2006 trabajo con Álvaro Ortuzar, de quien hoy soy socio, junto a Nicolás Vergara, en Ortúzar, Vergara & Boetsch. Desde 2003 hago clases de Derecho Civil en la UC.
Mi mayor derrota fue: No sé si es la mayor derrota, pero sin duda fue la que más me ha afectado en lo personal. Se trató de un juicio por violencia intrafamiliar en la práctica profesional en la Corporación de Asistencia Judicial, donde pese a tener un buen caso, no logré formar una convicción suficiente en el juez. La sensación de desamparo de mi patrocinada fue sumamente dolorosa.
El caso más difícil que me ha tocado es: Imposible de responder, porque cada caso, cualquiera que sea la materia, tiene su particularidad, ninguno es igual a otro. En la actualidad, muchas veces la gran dificultad de los casos de alto interés público es intentar contrarrestar el prejuzgamiento que en ocasiones aparece a nivel mediático.
Admiro a: Mucha gente en los más diversos campos. En materia profesional, admiro a mi socio y amigo Álvaro Ortúzar.
Mi serie favorita es: en drama, Breaking Bad; en comedia Seinfeld. Ambas insuperables.
Mis hobbies: Tocar guitarra y cocinar con mi señora.
Qué siente que lo diferencia de las generaciones mayores: en el ejercicio profesional, el trabajo conjunto con abogados de distintas generaciones constituye sin duda un gran activo, ya que cada quien aporta lo suyo. Las generaciones mayores tienen, además de la obvia virtud de la experiencia, una visión y análisis debidamente ponderado de los casos. A su turno, los abogados más jóvenes, más allá de la energía y ganas, creo que poseemos una más fácil adaptabilidad a los constantes cambios en todo orden de cosas, incluidos obviamente los de naturaleza legal y judicial.
El mejor consejo que me han dado es: En materia de juicios, ser prudente y paciente, sin tomar nunca decisiones sin analizar antes todas sus consecuencias. En fin, jamás perder de vista los objetivos de largo plazo, así como el hecho de que uno debe siempre velar por el interés superior del cliente.
Aspiro a: Que jamás se agote mi pasión por el Derecho y por el ejercicio profesional.
Si no hubiera sido abogado, habría estudiado: La verdad (y no sé por qué), la abogacía fue mi única opción... Aunque mi sueño frustrado es haber estudiado cine.
El mejor argumento legal que he escuchado es: Afortunadamente, he tenido la oportunidad de escuchar muchísimos. Su denominador común, y lo que admiro (e intento poner en práctica), son los argumentos claros y simples de explicar en casos altamente complejos.
Lo peor del mundo legal es: La gran cantidad de tiempo que toman los juicios, cuestión que en ningún caso es reprochable a los tribunales civiles, atendida su inmensa carga de trabajo. Muchas veces, la justicia tardía beneficia al infractor y la dilación constituye una estrategia.
Cristóbal Bonacic
Edad: 35 años
Estudios: Abogado Pontificia Universidad Católica; postítulo en Criminología, Universidad Católica.
Trayectoria: Abogado asesor de la Unidad Especializada en Delitos Sexuales y Violentos, Fiscalía Nacional, Ministerio Público. Abogado Área Judicial, Estudio Claro & Cía. Socio Barahona, Castillo, Bonacic Abogados. Profesor de Derecho Penal y Procesal en la UC.
Mi mayor derrota fue: Haber reprobado la prueba práctica de manejo cuando tenía 17 años, en atención a que todos mis amigos obtuvieron la licencia sin problemas.
El caso más difícil que me ha tocado es: Todos los casos en que hay personas de connotación pública son difíciles, ya que las decisiones que se toman se suelen apartar de la regla general, como consecuencia de una serie de componentes extra jurídicos que son considerados.
Admiro a: Siempre me ha resultado atractiva la lucidez de Michel Foucault.
Mi serie favorita es: Suits.
Mis hobbies son: Coleccionar objetos relacionados con el personaje de Ian Fleming, James Bond.
Qué siente que lo diferencia de las generaciones mayores: La reforma procesal penal permitió acortar la brecha existente con los grandes penalistas, coincidiendo el inicio de mi carrera profesional con un sistema que era nuevo para todos.
El mejor consejo que me han dado es: La excesiva benevolencia causa menosprecio.
Aspiro a: Contribuir a cambiar la común visión negativa que tienen las personas respecto de los abogados, ya que somos profesionales que nos esforzamos al máximo por solucionar problemas graves.
Si no hubiera sido abogado, habría estudiado: Siempre quise estudiar Derecho, de tal manera que no me imagino desarrollando otra actividad.
El mejor argumento legal que he escuchado: Es mejor que 10 culpables estén libres a que un inocente sea condenado.
Lo peor del mundo legal es: La vanidad de los abogados.
Jaime del Valle
Edad: 35 años
Estudios: Abogado Universidad Católica; magíster en Derecho Tributario Internacional (LL.M), Universidad de Florida; magíster en Derecho Tributario (LL.M), Universidad Católica.
Trayectoria: Fuensalida & Del Valle, desde febrero 2014 a la fecha; Guerrero Olivos entre 2005 y 2014. Profesor Derecho Tributario UC. Antes, profesor Derecho Comercial UC y profesor de diversos cursos de postgrado en Derecho Tributario en UC, Universidad de Los Andes y UAI.
Mi mayor derrota fue: Ser tan malo para el fútbol, con lo que me gusta.
El caso más difícil que me ha tocado es: Aquellos que implican conformar equipo con diversas áreas, combinando estrategias tributarias, civiles, penales, de comunicación, aristas políticas y sentido común. Han sido tremendamente desafiantes e interesantes, se aprende mucho y de muchos.
Admiro a: La señora Juanita. Una crack. Y está en todos lados.
Mi serie favorita es: Me gustó mucho House of Cards, pero Friends sigue siendo insuperable.
Mis hobbies: Soy un arquitecto frustrado. Buceo imágenes, planos, libros e ideas. Me sé profundamente ignorante en el tema, pero me encanta opinarles a arquitectos y ver qué cara ponen.
Qué siente que lo diferencia de las generaciones mayores: La menor aversión al riesgo. Tuvimos la suerte de crecer en un país con mejores alternativas y menores costos de oportunidad, lo que, me parece, permitió una generación con mayor desapego a lo seguro, emprendedora y que exige mayores libertades a la hora de resolver.
El mejor consejo que me han dado es: Más que un consejo me quedo con el modelo inculcado por mis padres: ser un agradecido hijo del rigor.
Aspiro a... Ser un buen papá.
Si no hubiera sido abogado, habría estudiado: Arquitectura.
El mejor argumento legal que he escuchado es: Las cosas son lo que son, no obstante el nombre que les den las partes.
Lo peor del mundo legal es: Lo abogado que nos ponemos a veces.
Pedro Rencoret
Edad: 32 años
Estudios: Estudié Derecho en la Universidad de Chile y luego hice un LL.M. en la Universidad de Chicago.
Trayectoria: Como abogado he trabajado siempre junto a Julio Pellegrini, primero como asociado, y luego en Pellegrini & Cía. como su socio. Además, tuve la suerte de trabajar un año en Estados Unidos.
Mi mayor derrota fue... En esta profesión hay que estar dispuesto a ganar y perder. Si bien, afortunadamente han sido pocas las derrotas, recientemente tuvimos una, pero tengo confianza de que revertiremos el resultado en la Corte Suprema.
El caso más difícil que me ha tocado es... Creo que no existen los casos fáciles. Me marcó mucho el 'caso Fósforos', porque fue de los primeros que tuve, y el caso contra las embotelladoras de Coca-Cola, en que nos tocó litigar contra muchas oficinas de abogados de gran calidad. También destaco por su complejidad el caso en que representamos a la CCHC y logramos que el TDLC le recomendara a la presidenta tomar medidas para mejorar las condiciones de competencia en los servicios asociados al suministro eléctrico. Es de los pocos procesos de recomendación normativa que se han aprobado por el tribunal.
Admiro a... Por sobre todo, a mi mamá y a mi señora. En lo que se refiere al derecho, a los profesores de la Universidad de Chicago, Randy Picker y Richard Posner, por su conocimiento y su pasión para enseñar. Y a Bielsa, a quien el tiempo le dio la razón.
Mi serie favorita es... Breaking Bad, por lejos.
Mi hobbie: El fútbol.
Qué siente que lo diferencia de las generaciones mayores... Más que diferencias, para mí la clave ha sido estar siempre atento a observar y aprender de los mejores y de quienes tienen más experiencia. He tenido la suerte de litigar con y contra excelentes abogados, y de todos he aprendido muchísimo.
El mejor consejo que me han dado es... Me lo dio mi profesor Cristián Maturana. En esta profesión hay tres valores intransables: perseverancia, conocimiento y lealtad. Me representan totalmente y fijan el camino sobre el que trato de avanzar.
Aspiro a... Tengo la convicción de que la libre competencia es fundamental para terminar con la desigualdad y pobreza en este país, y para aportar en ello me exige ser cada día mejor en lo que hago.
Si no hubiera sido abogado, habría estudiado... Algo relacionado al deporte.
El mejor argumento legal que he escuchado es... Todo argumento sólido que se pueda explicar de manera sencilla y en pocas palabras.
Lo peor del mundo legal es... Los horarios.
Rodrigo Benítez
Edad: 35 años
Estudios: Abogado de la Pontificia Universidad Católica.
Trayectoria: Procurador en la época universitaria en Claro y Cía. Trabajé como abogado en Jara Del Favero, desde donde partí al sector público y llegué a ser subsecretario del Ministerio del Medio Ambiente hasta 2014. Luego abogado de Baker & McKenzie y desde este año de vuelta en Jara Del Favero.
Mi mayor derrota fue: No haber podido avanzar más con la ley que crea el Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas, una tremenda deuda país.
El caso más difícil que me ha tocado es: Siempre se pone más duro cuando te piden asesoría en proyectos que están en la 'UCI'. Tuve uno de ésos, en proceso de sanción y a pesar de que agotamos todas las instancias, no pudimos 'estabilizar al paciente'.
Admiro a: Mi señora, por la paciencia...
Mi serie favorita es... Acabo de terminar Blacklist y ahora parto con la cuarta temporada de Homeland. Pero hay muchas otras imperdibles (24, House of Cards, etc.).
Mis hobbies son: Leer, cocinar (la tendencia siempre es a usar la parrilla porque reúne a la familia y amigos).
Qué siente que lo diferencia de las generaciones mayores: Quizás que el uso de la tecnología pareciera ser más natural, y eso claramente ayuda en el trabajo. Pero hay mucho que aprender de esas generaciones.
El mejor consejo que me han dado es: Que no dé consejos cuando no me los han pedido.
Aspiro a... Seguir aportando al país en la construcción de buenas políticas públicas en materia ambiental y a que mis clientes tengan una asesoría altamente especializada que contribuya al desarrollo de sus proyectos.
Si no hubiera sido abogado, habría estudiado: Como chef, creo que lo habría pasado bien también. Y si no, siempre he tenido una admiración por la medicina.
El mejor argumento legal que he escuchado es: El que no requiere mucha explicación.
Lo peor del mundo legal es: Sin duda, la burocracia.
