El Mercurio

Ángela Vivanco 158x158-2

Señor Director:

La lectura de la carta del señor Fernando Atria, mediante la cual comenta una columna mía sobre salud privada, judicialización y costas aparecida el día domingo, me ha motivado a hacer dos sugerencias a su autor y una confesión.

Primera sugerencia: Que lea la entrevista, publicada el martes en otro medio a don Sebastián Pavlovic, superintendente de Salud, que menciona varias de las situaciones preocupantes que yo describí en mi columna. Segunda sugerencia: Que cuando comente artículos relativos con temas de interés público, sería deseable que se documentara acerca de la trayectoria académica que tienen sus autores, a fin de mantener las claves propias de los debates intelectuales y no otras del todo improcedentes.

Y la confesión: Tiene razón don Fernando acerca de que tengo intereses personales en el tema. Como usuaria de la salud privada, me interesa que el sistema funcione bien y no se desmantele; como abogado, me preocupa que las acciones cautelares no dejen de ser lo que son y se transformen en procedimientos puramente formales que no arreglan temas de fondo; como académica, me gustaría que hubiera una buena regulación de la salud en su conjunto y que no se acudiera a la demonización de la actividad privada, puesto que el Estado es totalmente incapaz de sustituirla, y, como contribuyente que paga sus impuestos, apreciaría que la herramienta tributaria se pusiera a disposición del progreso del país y no se transformara en un castigo adicional al que ya se produce, en los hechos, respecto de una actividad que -como todas las demás- requiere ajustar sus precios.

En cuanto a intervenciones profesionales respecto de mis clientes, dado que todas me honran y satisfacen, puede tener por seguro que son públicas y conocidas y claramente diferenciadas de las opiniones que doy como constitucionalista con más de 30 años de experiencia.