El Mercurio
Señor Director:
En relación con las preguntas en carta del defensor penal Tomás Ducci, publicada el martes 31 de mayo, acerca de si funciona el sistema actual para evitar hechos de violencia, la respuesta resulta obvia: no es suficiente ni menos eficaz para prevenir ni controlar que no vuelva a ocurrir este tipo de hechos. Sin embargo, la violencia en el contexto de la familia es grave, porque generalmente existen otras víctimas, cuales son los hijos presentes, a los que no necesariamente se considera respecto del daño recibido con ocasión de esa agresividad. Por eso, sorprende la visión reduccionista acerca de que una "simple cachetada" pueda constituir delito y que, además, esa respuesta sea considerada represiva.
Como es de general conocimiento, el sistema penal responde en un número significativo de casos de violencia intrafamiliar con salidas alternativas (suspensión condicional del procedimiento) o archivo, lo cual viene a consolidar ciclos de violencia en la medida en que el imputado no comprenda la gravedad de sus acciones, o no se someta a un tratamiento adecuado. La prevención en esta materia es determinante, y resulta incomprensible creer que hoy los tribunales disgregan familias "por si acaso", sobre todo porque una de las carencias hoy existentes es la información de las víctimas acerca de sus derechos o de las formas como ejercerlos.
