Diario Pulso

Ricardo Irarrázabal 158x158

Los últimos atentados terroristas en París no amilanaron a cientos de líderes de todo el mundo para asistir a la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP21) que se lleva a cabo esta semana en la capital gala.

Durante el primer día, todos los presidentes que asistieron a la reunión reafirmaron sus compromisos hacia la lucha del cambio climático con frases como: "Este es el momento en el que decidimos salvar nuestro planeta", de Barack Obama (ver página 19) o "El planeta puede sobrevivir al calentamiento de la Tierra, pero la raza humana no", dicho por Carlos Windsor, Príncipe de Gales. Incluso, la Presidenta Michelle Bachelet instaló el concepto de "justicia climática".

El principal objetivo de esta cita es mantener el calentamiento global por debajo de los 2° Celsius en el planeta, para lo cual cada país realiza sus contribuciones para disminuir sus gases de efecto invernadero (GEI), además de otros compromisos para frenar el cambio climático. Estos esfuerzos deberán tomar en cuenta las necesidades y las capacidades de cada país, según sus diferentes realidades.

El acuerdo entrará en vigor a partir de 2020 y deberá ser duradero, para permitir una transformación a largo plazo. "Lo que está en juego es importante: se trata de lograr, por primera vez, un acuerdo universal y vinculante que permitirá luchar eficazmente contra el cambio climático e impulsar / acelerar la transición hacia sociedades y economías resilientes y bajas en carbono", dice el documento oficial de la convocatoria de la COP 21.

La mayoría de los ojos están puestos en China y EEUU, ya que ambos países, finalmente, no aprobaron el Protocolo de Kioto, dejando prácticamente trunco este esfuerzo mundial por luchar contra el cambio climático. Justamente, ambas naciones, son las más contaminantes del planeta.

Acuerdo vinculante

Es importante destacar que este acuerdo es "vinculante", tanto para países desarrollados (como lo fue el Protocolo de Kioto) como para naciones en vías de desarrollo.

"Si no se llegara a producir esto, es posible que exista una especie de mandato para que cada país a través de sus legislaciones locales implemente sus respectivos compromisos", comenta Ricardo Irarrázabal, socio de Arteaga Gorziglia Abogados, profesor de derecho UC y ex subsecretario del Medio Ambiente (Piñera).

Además, para que los países en vías de desarrollo puedan cumplir sus metas, se discutirá en la cumbre su financiamiento y temas relacionados con transferencia de tecnologías y fortalecimiento de capacidades, que resultan fundamentales para países como Chile. Por ejemplo, en el caso de nuestro país, la Presidenta Bachelet ya anunció que la meta de un 30% en reducción de GEI para 2030 (en base al 2007), podría aumentar a un 45% de recibir ayuda internacional. Dentro de este contexto, la COP 21 espera comprometer la movilización de US$100.000 millones al año por parte de los países desarrollados, de fuentes públicas y privadas, a partir de 2020.

Parte de estos fondos transitarán por el Fondo Verde para el Clima, cuya primera capitalización ha alcanzado US$10.200 millones, cantidad a la que Francia ha contribuido con casi US$1.000 millones. "Esto, teniendo en cuenta que los países menos desarrollados son responsables de un menor porcentaje de emisiones, pero son más vulnerables a los efectos del cambio climático. Por lo tanto, se debe garantizar la transferencia de recursos para que puedan adaptarse a los impactos que ya están sufriendo", dice Ricardo Bosshard, director de WWF Chile.

En general, la Conferencia de París deberá enviar a los actores económicos y financieros las indicaciones necesarias para que reorienten sus inversiones, de modo que comience la transición hacia economías bajas en carbono. "Esperamos que al 2020 el 25% del consumo energético en el mundo provenga de energías renovables, alcanzándose el 100% para el año 2050", agrega Bosshard.

En Chile

Chile ya a ha dado a conocer sus contribuciones, pero ¿Cómo se llevará a cabo eso ahora en términos de legislación y fiscalización? Según Irarrázabal, ello dependerá de cómo quede redactado el "acuerdo vinculante" o si finalmente dichos compromisos han de ser implementados vía legislaciones locales. "Un tema clave tiene que ver con la discusión de la política energética (Energía 2050) que se está llevando a cabo por parte del Gobierno.

Dicha política, y de acuerdo a las definiciones de la misma, debiera contemplar una estrategia de implementación, incluyendo modificaciones legales, reglamentarias y de gestión que permitan alcanzar las metas de una matriz energética más limpia". Tomando en cuenta esto, nuestro país entonces, debería entrar a un camino para definir una matriz energética más limpia, incentivando al sector privado para que invierta en ERNC, "pero implementando los cambios con gradualidad y en forma responsable, a través de una adecuada combinación de instrumentos de comando y control (obligatorios) con instrumentos económicos (en base a incentivos)", apunta el académico de la UC.

Dichos instrumentos debieran ser contemplados en la discusión de la política energética para el cumplimiento de las metas que fije la misma en consonancia con los resultados de la COP 21. Finalmente, según explica Jean Mendelson, uno de los cuatro Embajadores de la COP 21, el acuerdo final no sólo requiere del apoyo de los gobiernos, sino también de toda la humanidad. "Más que prohibición implica voluntad de todas las personas de este planeta.

Tiene que ver con cómo usamos el transporte y el agua, por ejemplo. Que el acuerdo sea un fracaso o no, dependerá de la población, de la gente", concluye Mendelson.

Recuadro:

Se espera comprometer US$100.000 millones anuales de los países desarrollados.

Los ojos están puestos en China y EEUU. Ambos países no aprobaron Kioto y son los más contaminantes.

Luego de la cita, Chile debería entrar a un camino para definir una matriz energética más limpia.

"Este es el momento en el que decidimos salvar nuestro planeta". BARACK OBAMA Presidente de EEUU

"El cambio climático no es sólo un problema continental, también es un problema social". MICHELLE BACHELET Presidenta de Chile

"Enfrentar el cambio climático no debe negar a las necesidades de los países en desarrollo para reducir la pobreza", XI JINPING Presidente de China

"Las luchas contra el terrorismo y el cambio climático son grandes retos que debemos enfrentar". FRANÇOIS HOLLANDE Presidente de Francia

"Los esfuerzos de Rusia permitieron frenar el calentamiento global de un año". VLADIMIR PUTIN Presidente de Rusia

"Tenemos que dar muestras de liderazgo. Nuestra acción será útil si es colectiva". DILMA ROUSSEFF Presidenta de Brasil