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Claudio Díaz, a sus 68 años, habiendo sido uno de los fundadores de la Escuela Nacional de Instructores de Ski y tras pasar una vida en la montaña dice que tiene todo el tiempo del mundo... para ir a la cárcel.
"Si me tocara ir por un robo o una estafa, me preocuparía. Pero ir a la cárcel por esto yo lo encuentro re digno", dice al teléfono desde Pucón.
Díaz, toda una leyenda en el mundo del esquí chileno, junto a otros 11 guías de montaña, burlaron la restricción de tres kilómetros a la redonda impuesta por la intendencia regional y el Sernageomin, y el 18 de octubre ascendieron hasta la cima del Volcán Villarrica, a modo de protesta, para bajarla esquiando con antorchas encendidas. De vuelta recibieron una multa que, tras apelar en el Juzgado de Policía Local de Pucón, quedó en 1 UTM. O sea, $44.776.
Once de ellos pagaron el lunes al mediodía, fecha en que vencía el plazo para cancelar la multa. De lo contrario, tendrían que pasar 5 días tras las rejas. Menos Claudio Díaz.
"¿Que por qué no pagué? Tengo el tiempo para ir y quiero llegar al final de esto, porque la lógica legal es bien absurda. Resulta que al día siguiente que hicimos esto, el intendente levantó la prohibición. Así es que estoy esperando que me vengan a buscar", afirma.
El abogado Claudio Valdivia, director del departamento de Práctica y Asistencia Legal de la Facultad de Derecho de la Universidad Católica, explica lo que viene para el montañista. Habiendo concluido el plazo para pagar la multa, "el tribunal es el que debe ejecutar la pena sustitutiva que, en este caso, es la pena privativa de libertad. Entonces debe oficiar a Carabineros de Chile y Gendarmería, en el caso de cárcel. Aunque también está la posibilidad de una pena alternativa, como podría ser un trabajo comunitario. Eso lo fija el mismo tribunal".
