Diario Financiero

Felipe Bravo 158x158

Señor Director:

El reciente error informático que permitió la reserva y venta de pasajes aéreos a una fracción mínima de su precio de mercado debería conducir a una reflexión sobre el deslinde entre la real protección al consumidor o la protección del abuso en el ejercicio de sus derechos.

Es indudable el derecho de los consumidores a exigir respeto a las condiciones ofrecidas por un proveedor, incluyendo por cierto el precio del producto. Sin embargo, resulta preocupante cómo el efecto sistémico de "aprovechar el error" del proveedor no es considerado como abusivo, sino como el ejercido legítimo de un derecho del consumidor, y que se justifique aduciendo que la línea aérea debe asumir su error, y en última instancia, que no importa el abuso ó la capacidad económica del abusado lo soporta.

Resulta indiferente que la propia línea aérea haya asumido el error y aceptado mantener el precio reducido a los consumidores; el error de un proveedor, aunque reprochable por la ley, no puede llevar a amparar un ejercicio abusivo del derecho de compra de los consumidores. El incentivo a justificar cualquier abuso - sea de proveedores o consumidores - no puede ser tutelado por nuestra legislación. Parafraseando a Jakobs, vamos a convertir la protección al consumidor en un verdadero "derecho del consumidor del enemigo", donde el proveedor es siempre el rival a vencer. Cuando quien cometa el error sea una PYME o un emprendedor, espero que nos demos cuenta de lo justo que es también aceptar el error del "enemigo".