El Mercurio

Jorge Precht 158x158

Señor Director:

Las palabras del Papa Francisco acerca del diálogo necesario entre Chile y Bolivia con el fin de lograr una solución a problemas de interés común, deben ser interpretadas primero en un contexto pastoral y luego en un contexto diplomático.

En contexto pastoral es lógico que, como Pastor Universal, llame el Pontífice "a construir puentes en vez de levantar muros"... "a evitar conflictos"... a "no ser motivo de agresividad, rencor o enemistad". Ello sobre todo porque se trata de dos países mayoritariamente católicos.

En contexto diplomático, cabe señalar que la Santa Sede no se ha separado jamás del principio de intangibilidad de los tratados.

Así, por ejemplo, se lee en el N° 58 de la encíclica Summi Pontificatus de Pío XII, refiriéndose a la violación por el estado nazi del Concordato de 1933 y de otros tratados internacionales por acciones de guerra, lo siguiente: "...Pero considerar los convenios ratificados como cosa efímera y caduca y atribuirse la tácita facultad de quebrantarlos unilateralmente, sin consultar a la otra parte contratante, es un proceder que echa por tierra la seguridad de la confianza recíproca entre los Estados, de esta manera queda totalmente derribado el orden natural y los pueblos quedan separados por un inmenso vacío imposible de salvar".

De ello entonces se deriva que el diálogo a que se refiere el Papa es bilateral y debe darse por descontado que no afecta el principio de intangibilidad de los tratados vigentes entre Chile y Bolivia, siendo este principio defendido reiteradamente por Benedicto XV y Pío XII en horas aciagas para la humanidad entera.