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"El Muay Thai es mi vida. Es a lo que me dedico en cuerpo y alma desde que despierto hasta que me acuesto, lo que he trabajado los últimos ocho años. Gracias a él tengo todo, alumnas, títulos mundiales, pareja, incluso", dice Daniela Callejas (30), bicampeona mundial de boxeo tailandés.
Daniela es entrenada por su maestro y pololo, Juan Carlos "Huracán" Coria, también campeón mundial de Muay Thai, y es abogada de la Universidad Católica, pero dejó las leyes para practicar el deporte que le cambió la vida. "No dejé para siempre mi carrera como abogada. El 2012 decidí dejarla en stand by mientras estoy en mi vida competitiva. Tomé esta decisión cuando me di cuenta de que no seguir mi corazón era como estar muerta en vida, estar con la duda de qué pasaría si me dedicara totalmente a lo que amo", dice la luchadora que debutará el 18 de marzo en el Mundial.
-¿Un secreto para evitar moretones?
-Mi secreto es claramente tener una buena guardia para cuidar mi cabeza. Esto se traduce en que, con los años que llevo compitiendo, nunca he tenido cortes, que pueden ser bastante comunes en una pelea profesional. Los moretones no me importan mucho. Podría moretearme igual practicando cualquier deporte. Y para el dolor uso solo hielo.
-¿Qué características tiene el Muay Thai femenino?
-El hecho de ser mujer no cambia tu pelea. Sin embargo, es bastante común que eviten un poco más los codazos, ya que un corte va a dejar una marca en tu cara para siempre.
-Es un deporte muy rudo.
-Claro. Puedes tomar el Muay Thai como un estilo de vida pero competir es otra cosa. Es probarse a sí mismo contra otra persona que ha invertido tanta energía en entrenamiento como tú, pero no es violento ya que hay un consenso en combatir bajo ciertas reglas. Lo más importante entre las competidoras es el respeto.
-¿Cómo ha sido tu preparación para el próximo Mundial?
-Muy ardua. Hemos estado en Tailandia desde diciembre, acostumbrándonos al cambio de horario, clima, alimentación, y entrenando muchísimo. Entrenar en la cuna del Muay Thai no se compara con nada.
