Diario Estrategia

Marcos Jaramillo 96x961

Países latinoamericanos están pasando por un difícil momento, y China lo sabe. El bajo acceso al préstamo, sumada a la caída de los precios del petróleo y las materias primas es la combinación perfecta que esperaba Pekín para desembarcar en el continente, abriendo su línea de crédito a las economías que más sufren en este momento en la legión. América Latina ofrece hoy tres escenarios propicios en que las chinas han sabida aprovechar la oportunidad Argentina, Venezuela y Ecuador.

Con una mejor disposición que Washington, sin rigurosas imposiciones como las del FMI, nulo interés en desarrollo de instituciones democráticas y DD.HH; poder acceder al crédito chino es una oportunidad imposible de rechazar. En cambio. lo que interesa a los chinos son las materias primas que la región ofrece, que se trabaje con empresas chinas en infraestructura y. a falta de dinero, que paguen ron petróleo. El préstamo chino es considerada como una fuente de negocios, peto más importante, como una forma de diplomacia e influencia.

Los créditos que otorga el Banco Chino de Desarrollo y el China Ex-Im Bank se han concentrado areas como generación eléctrica, caminos ferrocarriles petróleo, carbón, telecomunición., agricultura, industria e infraestructura; todos sectores en los que América Latina ha mostrada interés y necesita avances. Tanto Cristina Fernando. Nicolás Maduro y Rafael Correa ya visitaron Pekín este año, y junto a la cumbre Celac-China han sido el punto de partida para una renovación de la relación entre la región y la potencia asiática.

Marcos Jaramillo experto en Derecho chino y Director del Centro de Estudios Asiáticos UC lo pone de esta manera, "China quiere aliados. y sabe que tanto Argentina como Venezuela son países ricos, con muchos recursos naturales" y que para China "por ahora no se trata de ganancias financieras. Lo que ha prestada a América Latina es trivial, pues China piensa a muchos años plazo".

Tanto Argentina, como Venezuela y Ecuador son el escenario de la nueva ofensiva financiera que el presidente chino Xi Jinping se ha propuesto en América Latina, siguiendo los pasos de Jiang Zemin.

ARGENTINA

Acorralada financieramente a nivel 'internacional, Buenos Aires salió en busca del financiamiento chino con la visita de tres das a Beijing de la presidenta Fernando a principios de febrero. Bajo el brazo la mandataria volvió con inversiones chinas por US$13.000 millones para la construcción de dos plantas nucleares, que se suman a la edificación de dos represas y fa modernización de otra acordadas en julio del año pasado por cerrar de US$18.000 millones.

Fernández pidió a las empresas chinas invertir en Argentina en minería, potasio petróleo y litio, señalan-da a China como el "mayor aliada" ce Buenos Aires, desplazando a la Unión Europea y Estados Unidos. Las palabras de alabanza no fueron por casualidad China tiene los fondos frescos que bancos y países occidentales niegan a Argentina por su default. Fernández dedicó su visita a convencer a los chinos de invertir en áreas estratégicas, como energía, en que extranjeros ni locales lo hacen debido a reglas poco claras, inflación, falta de divisas y la mencionada suspensión ce pagos.

Sobre DD.HH. un tema en que Argentina ha sido voz líder, Buenos Aires ofreció un cómoda silencio.

VENEZUELA

La relación Caracas—Pekín 'es la más cuantiosa pero a la vez la que genera mayor inquietud en los chinos. Sumida en una profunda crisis social y económica, China dice ce la capacidad del régimen venezolano de sostenerse y efectuar los pagos prometidos en petróleo. Con la caíd del precio del "oro negro desde mediados de 2014 Venezuela tendrá que doblar su producción de crudo para paga sus deudas con China US$50.000 millones desde 2007.

El presidente Maduro, durante la gira que lo llevó a Pekín anunció un compromiso ce inversión de US$20.000 millones, pero no hubo detalles y no se trataría de dinero fresco. Durante la era Chavo, China prestó cerca de US$45.000 millones a Venezuela ce los cuales Caracas ya canceló US$24.000 millones en barriles de petróleo mientras que diariamente China importa entre 300.000 y 600.000 barriles diarios de crudo venezolano. Una gran parte de la producción futura de petróleo de PDVSA ya está vencida a Chi.

Pekín no se molestó en cuestionar a Caracas por la situación de derechos fundamentales en el país caribeño: menos lo iba a hacer Marino. Lo que le interesa a China es que Venezuela enmendé el rumbo económico y pueda Pagar.

ECUADOR

En abril de 2010. China recibía un tercio de las exportaciones petroleras de Ecuador, un año mas tarde, ese volumen se había duplicado, y en 2013, el gigante asiático ya captaba un 83% del petróleo del país. Ese mismo año, el monto ce los préstamos de Pekín a Quito ascendían a US$9.000 millones, un 11% del PIB ecuatoriana.

Un año después de su llegada al poder en 2007. Rafael Correa declaró a Ecuador en moratoria por considerar gran parte d la deuda externa del país como ilegítima. Dos años más tarde, con una mala imagen en los mercados de crédito y problemas presupuestarios, Quito recibió un salvavidas de US$1.000 millones en la forma de un depósito de PetroChina.

Este fue el inicio de las relaciones "a mecho plazo", como le llama Correa, entre Pekín y Quito que continuaron en la última visita del mandatario ecuatoriano a China, previo a la cumbre con la Celar. En esa oportunidad el presidente firmó un acuerdo de inversión por US$7.500 millones en proyectos de educación, ciencia y tecnología, financiamiento y movilidad.

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