El Mercurio

jose joaquin ugarte

Señor Director:

Don Iván Navarro aboga por la admisión a la comunión de los divorciados vueltos a casar, atribuyendo "soberbia impresentable" al cardenal don Jorge Medina por sostener que esto se opone a la doctrina de Cristo y de la Iglesia. Los argumentos del señor Navarro no son buenos:

I. En la Última Cena habría comulgado Judas: Judas se salió antes de la institución de la Eucaristía, cuando se fue porque el Señor le dijo: "Lo que has de hacer hazlo pronto" (Juan XIII, 27-30; Mateo 26, 25 ss.); Lucas añade que la Consagración del vino fue después de terminada la Cena (23, 19-20). Además hace un flaco favor el señor Navarro a los divorciados equiparándolos a Judas;

II. Casi todos los que comulgaron en la Última Cena abandonaron a Jesús: Fue el propio Jesús quien pidió que los dejaran irse (Juan 18, 8);

III. Pedro, que comulgó, negó a Jesús: Lo hizo después de comulgar y no antes; no comulgó, pues, con este pecado;

IV. En ningún lugar de este episodio se habla de divorciados, casados ni convivientes: Los apóstoles lo habían dejado todo por seguir a Cristo (Mateo 19, 27-29). Nadie había interpretado nunca que hubieran podido retener una conviviente;

V. Se acercó Jesús a los pecadores: Sin duda, y a eso vino; pero no por ello los autorizó a comulgar sin arrepentirse de su pecado;

VI. Soberbia impresentable que tendría monseñor Medina: El señor cardenal está en la óptima compañía de San Pablo, que dice: "No os engañéis: ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los sodomitas, ni los ladrones, ni los avaros, ni los ebrios, ni los maldicientes, ni los rapaces poseerán el Reino de Dios" (I Corintios, 6,9-10).