El Diario Financiero

Ricardo Irarrazabal 96x96

Recientemente, la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara aprobó el articulado del Proyecto de Ley "para la gestión de residuos, la responsabilidad extendida del productor y fomento al reciclaje", con lo cual y luego de pasar por la Comisión de Hacienda y por sala, este proyecto de ley pasaría a segundo trámite constitucional. Se trata de un avance legislativo muy relevante de un proyecto de ley que fue preparado en la administración del Presidente Piñera y cuyo ingreso al Congreso se produjo en agosto del 2013 y al que el actual Gobierno le ha dado continuidad. La esencia de este proyecto es que busca cambiar el paradigma de la gestión de residuos, desde un "mejorar la disposición de residuos" que se concretó en el paulatino reemplazo de los antiguos vertederos por rellenos sanitarios, a uno basado en "una disminución de la disposición final a través del reciclaje". ¿Qué se gana? Las externa I ida-des positivas son variadas, ya sea desde un punto de vista ambiental (residuos, vectores, contaminación), económico (presupuesto municipal, mayor vida útil de los rellenos, empleo) y social (recicladores de base). ¿Cómo se logra esto? A través de la introducción de una instrumento de gestión ambiental de tipo económico que es la responsabilidad extendida del productor (REP), a través del cual los productores de productos prioritarios (aceites, aparatos eléctricos, diarios, envases, entre otros) son responsables de organizar y financiar el cumplimiento de determinadas metas de reciclaje establecidas por Decreto Supremo. ¿Por qué un instrumento económico? Porque para el cumplimiento de las metas, los productores podrán organizarse en sistemas de gestión, que agrupen a varios productores del mismo residuo y que les permita generar economías de escala para que los costos sean menores. Esto último es fundamental, ya que los mayores costos que significa el cumplimiento de las metas de reciclaje, lógicamente serán llevados a precio, lo cual terminará siendo pagado por los consumidores.

Por lo tanto, el diseño de la REP ha de apuntar al principio de la eficiencia ambiental, esto es, a obtener la mayor ganancia ambiental al menor costo posible. Por el contrario, un mal diseño de la REP podría llevar a que el precio de los productos podría aumentar en forma considerable producto de esta obligación ¿Cómo evitar un mal planteamiento de la REP? En primer lugar, resultará muy relevante el análisis general del impacto económico y social de las metas que se establezcan. Por otra parte, resulta esencial que se dé la mayor libertad posible a los productores para que ellos analicen, ya sea en forma individual o asociados a otros a través de los sistemas de gestión, la forma más económica de poder cumplir sus metas. En este sentido, imponer ecodiseños, tal como lo hace el proyecto, o establecer principios como el precautorio que entregan una amplia discrecionalidad al Estado, aparecen como contradictorios con el instrumento económico que se pretende establecer.