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Frente a profesores, funcionarios, familiares y amigos, se desarrolló la ceremonia de despedida del saliente decano Roberto Guerrero y de bienvenida de las nuevas autoridades, encabezadas por Carlos Frontaura y su vicedecano, Ricardo Irarrázabal.
En una emotiva ceremonia se llevó a cabo la despedida del saliente decano Roberto Guerrero y de bienvenida de las nuevas autoridades que estarán al servicio de la Facultad de Derecho durante el período 2015- 2019, encabezadas por el decano entrante, Carlos Frontaura y el vicedecano, Ricardo Irarrázabal.
La instancia, que fue presidida por el rector Ignacio Sánchez, congregó a toda la comunidad Derecho UC, y en ella se hizo entrega de un reconocimiento al saliente decano por sus cuatro años de gestión y sus 12 años al servicio de la Facultad.
Guerrero aprovechó la oportunidad para hacer un repaso de lo que fueron sus años de gestión y agradecer a todos quienes lo ayudaron en la tarea de posicionar a la Facultad como la mejor del país y de Iberoamérica.
En su discurso repasó los principales logros alcanzados, destacando la reforma a los estatutos de la Facultad, el cambio de malla curricular a partir de la admisión 2015, la conclusión del plan para dotar a la Facultad de un cuerpo de profesores con jornada completa, las mejoras en el programa de Doctorado en Derecho y el aumento del claustro académico, el aumento en los niveles y alcances de la investigación jurídica, la indexación de la Revista Chilena de Derecho en Web of Knowledge, la mejora del fondo bibliográfico de la Facultad, la evaluación de la American Association of Law Schools (AALS), la posición obtenida durante los últimos años en el ranking QS World University, y la implementación de las becas Talento e Inclusión y Padre Luis de Valdivia.
A continuación se dirigió a los presentes el nuevo decano, quien salió electo con el 84 % del total de la votación de los electores. La nueva autoridad comenzó sus palabras recordando un pasaje de la segunda parte del libro de Enrique VI, el que contiene un reproche, a través del humor y la ironía, de aquello que está mal del mundo jurídico. Esta literatura, aseguró, "es una sana y buena manera de aprender dónde pueden estar nuestros errores, dónde, por tanto, debemos poner mayor atención en nuestro comportamiento, y, obviamente, dónde debemos poner el énfasis formativo como Facultad".
La clave para esto último, está en entender y reflexionar constantemente que saber Derecho no es simplemente conocer la dogmática (el texto), el contexto, la realidad sobre el hombre y la sociedad, y tener las habilidades y destrezas profesionales. "Saber Derecho es adherir y perseguir esa vocación por la justicia que fue lo que nos motivó a entrar a esta carrera; es ejercer la prudencia y cultivar la sabiduría y no la mera erudición, todos los días; y es proteger al débil y al humilde siempre ".
Concluyó su intervención con palabras de gratitud para el saliente decano y reconoció su labor no sólo por los logros alcanzados, sino por "marcar permanentemente aquello que ha de ser el signo distintivo de la comunidad de Derecho UC: servir a la justicia".
