El Mercurio

Marcos Jaramillo 96x961

Si hay algo a lo que el gobierno del Presidente chino Xi Jinping ha prestado atención, es que gran parte de los 1.350 millones de habitantes de su país se están cansando de la justicia politizada y de los funcionarios públicos corruptos, en un sistema donde los dirigentes del Partido Comunista (PCCh), que hace 65 años rige en solitario, muchas veces gobiernan por sobre la ley. Es por eso que ayer, cuando el Comité Central de la formación cerró su pleno de cuatro días, aseguró que los males que reinan en el sistema legal serán sofocados con el establecimiento del estado de derecho.

Promover la transparencia en el gobierno y monitorear la posible implicación de funcionarios del partido en casos legales son algunos de los acuerdos que alcanzaron los 363 dirigentes. Resolvieron, además, intentar reclutar abogados calificados para cargos de jueces y fiscales, así como "mejorar la protección de los derechos humanos en los procesos judiciales".

Se trata de un "imperio de la ley" que, sin embargo, seguirá subordinado a la dirección del partido, ya que si bien "el país debe ser gobernado de acuerdo con las leyes", el estado de derecho que se establecerá tendrá "características chinas".

Marcos Jaramillo, director del Centro de Estudios Asiáticos UC, asegura que estas reformas, que buscan velar por el cumplimiento de la Constitución y por una mayor independencia de los tribunales, son "teóricamente importantes", pero es trascendental ver "cómo se llevarán a cabo".

El académico sostiene que probablemente, en la práctica, las nuevas medidas no cambiarán el sistema legal chino, "pero son pasos que se van dando, ojalá en la dirección correcta, ya que pueden darse equívocos con Occidente en relación a qué se entiende por 'estado de derecho'".

Casos de corrupción

En un gesto que respalda las intenciones de erradicar las malas prácticas al interior del gobierno, el cuarto plenario del actual Comité Central confirmó la decisión de expulsar del PCCh a seis importantes dirigentes involucrados en casos de corrupción. Entre ellos hay varios aliados del ex ministro de Seguridad Pública Zhou Yongkag, la más alta figura política en ser enjuiciada desde 1949 en el país y quien está a la espera de recibir su condena por sobornos y abuso de poder, la que se suponía sería dictada durante los cuatro días en que se reunió la dirigencia del partido.

"Lo que los líderes del PCCh buscan es la dominación absoluta del partido, con grupos en el poder capaces de continuar y de entregar el monopolio a sus sucesores. Estos dirigentes parecen muy molestos con que hay demasiadas instituciones, niveles y redes dentro del PCCh y otras entidades poderosas (militares, aparatos de seguridad, aparatos de propaganda, sistema financiero, etc.), que usan las reglas de la formación para servir a sus propios intereses, en lugar de los intereses del grupo gobernante", asegura a "El Mercurio" Edward Friedman, experto de la Universidad de Wisconsin.

Tradicionalmente, el cuarto pleno de cada Comité Central ha sido dedicado a fortalecer la legitimidad del Partido Comunista, en un sistema donde este acapara todo el poder, lo que no implica que no vea con temor cómo el descontento social ligado a la falta de libertades podría erosionar su autoridad.

La amenaza ha aumentado en las últimas tres semanas con las manifestaciones prodemocráticas en Hong Kong, que el partido teme que puedan contagiar al resto del país. "La difusión de ideas, tendencias y flujos financieros desde Hong Kong al continente, y viceversa, es un hecho diario", comenta Augusto Soto, director del Dialogue with China Project en Barcelona. Agrega que "estas protestas coinciden con el continuado ascenso de Xi Jinping, quien está aún en proceso de aglutinar la mayor concentración de poder real desde Deng Xiaoping".

Un país, dos sistemas

En cuanto al descontento que surgió en Hong Kong luego que el gobierno chino impidiera la libre designación de candidatos para gobernador en las próximas elecciones, el comité sostuvo que "China garantizará la práctica de 'un país, dos sistemas' (que rige en la región), y promoverá la reunificación nacional en línea con las leyes".

Es un gesto muy importante que hayan querido enfatizar en este punto, asegura Mei Gechlik, abogada de la Universidad de Stanford que ha asesorado a autoridades chinas en el tema. "De esta forma, las autoridades están tratando de restablecer la confianza de que pese a lo que ha ocurrido, continuarán manteniendo este principio (de un país, dos sistemas)".

Recuadro:

Esta es la primera vez que el PCCh debate el concepto de "estado de derecho". Entre las medidas más concretas, está la creación de un nuevo tipo de cortes para atender litigios en comunidades locales.

- Nuevos caídos en desgracia

Una de las mayores humillaciones para los dirigentes chinos es ser expulsados del Partido Comunista, una medida que en otros casos de corrupción ha antecedido al procesamiento judicial.

Los seis líderes excluidos en el plenario son Jiang Jiemin, un ex responsable de la gestión de las empresas estatales; Li Dongsheng, ex viceministro de Seguridad Pública; Li Chuncheng, ex vicesecretario general en la provincia de Sichuan, y Wang Yongchun, un ex ejecutivo de la mayor petrolera estatal, CNPC. También está Wan Qingliang, secretario del PCCh en Cantón, la cuarta mayor ciudad del país, y Yang Jinshan, ex comandante de la zona militar de Chengdu.