La docente reflexionó en la necesidad y urgencia de revisar el sistema actual, ya que el correcto ejercicio de la profesión del abogado depende de la efectiva regulación de los derechos de las personas en sus conflictos jurídicos.

Control Ético de la Abogacía en Chile fue el título de la clase magistral que Carmen Domínguez H., profesora del Departamento de Derecho Privado, presentó el 5 de octubre en la ciudad de Puerto Montt.

En la actividad -organizada por la Facultad de Derecho y el Centro de Egresados Derecho USS junto al Colegio de Abogados de Puerto Montt-, la académica expuso los desafíos que plantea el control ético de la profesión del abogado en Chile, realizando un repaso por la evolución del control ético chileno, que estuvo por años entregado a los colegios de abogados y luego otorgado a los tribunales ordinarios desde la Constitución de 1980.

Respecto al panorama actual en Chile, la docente comentó que no existe un control ético general y efectivo del ejercicio de la profesión, ya que lo regulan los colegios de abogados y que -además- aproximadamente sólo el 10% de los juristas está colegiado en Chile.

“Significa que el 90% restante está sujeto al control de los tribunales ordinarios, pero ellos no ejercen, en los hechos, ninguno. Esto se demuestra por las escasas sentencias de los tribunales que imponen sanciones a los abogados. Pocos clientes denuncian infracciones a la ética, ya que requiere una inversión en el pago de honorarios a otro abogado para que les tramite esa denuncia. El costo económico y de tiempo hace que desistan de hacer denuncias”, afirmó.

De este modo, en la práctica no existe control ético y el que realizan los colegios de abogados sólo puede llegar como máxima sanción a la expulsión del Colegio, pero no a la suspensión del ejercicio de la profesión.

En tanto, respecto a los desafíos futuros en temas éticos relacionados con la profesión de los abogados en Chile, Domínguez H. consideró que uno de ellos es “la implementación de un sistema de control efectivo de la ética profesional. Ello pasaría por restablecer la colegiatura obligatoria a los colegios de abogados -como sucedía en Chile antes de la Constitución actual- y como sucede en la inmensa mayoría de los países en el mundo. Otro de los desafíos sería que todas las Facultades de Derecho otorguen a sus alumnos una sólida formación en ética, con el objetivo de elevar los estándares del ejercicio de la profesión”.

A modo de conclusión, la académica agradeció la invitación, mencionando que fue una buena oportunidad para motivar a los estudiantes de Derecho a colegiarse junto con explicar lo que ello significa. "Afiliarse implica participar formalmente de la comunidad de abogados y representa un signo claro de que no tenemos problema a someternos al control ético de nuestros pares, dado que nos comprometemos a actuar rectamente en el ejercicio de nuestra profesión”, finalizó Domínguez H.