La académica UC habló sobre la necesidad de reparación jurídica y de reparaciones simbólicas para toda la sociedad como consecuencia de las violaciones a los derechos humanos ocurridas en democracia.

El pasado martes 13 de octubre la profesora de Derecho Público Marisol Peña estuvo presente en los ciclos de conversatorios organizados por el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), titulados Verdad, Justicia, Reparación y Garantías de No Repetición y que en esta ocasión contó, además, con las intervenciones de Elizabeth Lira, Premio Nacional de Ciencias Sociales; Pablo Ruiz Tagle, Decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile; Branislav Marelic, consejero del INDH; y, en calidad de moderadora, el periodista Mauricio Hoffman.

En su intervención, la profesora Peña, se refirió a que el concepto de reparación es una consecuencia del principio de responsabilidad. Jurídicamente, esgrimió, no puede existir responsabilidad si ella no se ha acreditado a través de un procedimiento judicial que cumpla las garantías del debido proceso legal donde la presunción de inocencia de los imputados debe ser respetada hasta que exista una sentencia condenatoria ejecutoriada. Ahí puede empezar a hablarse recién de reparación para las víctimas. Y estas víctimas pueden ser aquellos que estaban ejerciendo legítimamente un derecho como el derecho de reunión o la libertad de expresión, como quienes estaban cumpliendo un deber conferido por el ordenamiento jurídico como los carabineros y los militares que fueron agredidos violentamente.

Además, agregó que la reparación jurídica, a través, por ejemplo, de la correspondiente indemnización de perjuicios en favor de la víctima requiere, en el caso de Chile, una reparación simbólica a la sociedad como un todo, porque si hay violaciones de derechos humanos en democracia, eso es muy grave en la medida que el respeto a los derechos humanos es uno de los supuestos esenciales de aquélla. Chile requiere, entonces, una reparación simbólica al estilo de lo que nos unió al inaugurarse el monumento al Cristo Redentor en la frontera entre Chile y Argentina.

Finalmente, planteó la idea de que una herramienta que permitiría a los jueces juzgar, en forma más objetiva, la proporcionalidad en la reacción de fuerzas militares y policiales en situaciones de violencia extrema como las que ha vivido nuestro país pasaría por una referencia normativa más precisa a las normas internacionales que regulan el uso de la fuerza, tal y como se ha consignado en la Constitución de Sudáfrica.