El académico UC participó en una nueva sesión de Zoom Constitucional en la que se analizó el proceso constitucional chileno. Aseguró que la pandemia es una oportunidad para lograr la estabilidad del país en base a la unidad y al diálogo.

Con una gran audiendia se desarrolló en Derecho UC un nuevo capítulo del Zoom Constitucional, instancia que contó con la participación de los profesores de derecho Público de la Facultad José Luis Cea, en calidad de entrevistado, y Patricio Zapata, en calidad de entrevistador. La actividad fue realizada en el marco de la iniciativa Foro Constitucional UC y que se transmitió a través de Facebook Live de la Facultad y Zoom.

La conversación se inició con un recuento del profesor Cea sobre los hechos acaecidos en el país en los últimos meses, asegurando que desde el 18 de octubre y tras la pandemia, “veo cierta claridad en lo político en un mundo de gran oscuridad e incertidumbre”. Sin duda, agregó, “el tiempo que tenemos por delante representa un gran desafío, ya que estamos llamados a construir y reconstruir instituciones que son de muy difícil edificación como por ejemplo la representatividad políticia, la educación, la familia y los valores. Yo soy optimista frente a la vida y tenemos que llegar a esa meta que implica seguir trabajando y luchando para que este país sea más justo, solidario, pacifico, libre, igualitario; fundado en aquellos valores que le dan un carácter propio a nuestra tradición republicana y democrática”.

A continuación el profesor Zapata le consultó sobre el proceso constitucional vigente y si ve posible poner en práctica la agenda planteada en medio de la crisis actual. “El tema constitucional es de una importancia enorme y debe merecer siempre atención preferente, pero primero está la vida”, aseguró el profesor Cea. “Yo creo que hoy hay una oportunidad en el sentido de que se impulse un encuentro de todas las fuerzas que nos permita llegar a un acuerdo que nos estabilice. Lo que nos hace falta son liderazgos que se las jueguen para que fructifique la voluntad de entendimiento y no de la anomia”.

El abogado también se refirió a los posibes contenidos de una nueva Constitución, asegurando que el constitucionalismo es acumulativo. “Hay que respetar lo hecho, la historia, pero, siempre es posible enriquecer a la luz de la experiencia incorporando progresos”. Claramente, agregó, hay derechos sociales que hay que robustecer y perfeccionar como algunos sobre la vida íntima, la confidencialidad, la identidad de la persona, incluyendo la identidad de género o etnias, e incluso entrar en el terreno de derechos de tercera o cuarta generación como el derecho a la paz, al entendimiento, a la voluntad, a la cooperación, entre otros. Pero, agregó, “no soy de los que creen que los derechos sociales constituyen una lista que hay que agregar al artículo 19”.

Asimismo, especificó, “la dificultad no está en definir los derechos, la dificultad está en ponernos de acuerdo en el sentido y alcance que tienen y, sobretodo, su financiamiento. No cuesta nada entrar en terreno populista, sean de derecha, centro o izquierda, y en estos tiempos de pobreza, de miseria, y de pandemia, van a surgir enormes corrientes de populismo y por eso hay que estar en guardia con eso”.

El abogado también se refirió al orden público económico. Al respecto indicó que “esta noción hace referencia a un conjunto de conceptos que yo llamo culturales y no sólo de texto positivo. Con ello quiero decir que este ordenamiento se funda en ciertas premisas que están en nuestra idiosincrasia y que se materializan en textos que llamamos leyes, normas, reglamentos y disposiciones, entre otras. Si no existe esa identificación que se va construyendo paso a paso, es muy difícil, por ejemplo, respetar la propiedad privada y reconocer que el principio de subsidiariedad es clave dentro del desarrollo humano”. Es muy difícil, explicó, lograr un orden público económino si no estamos dispuestos a ejercer los recursos para detener la evolución estatal sobre el justo desarrollo de actividades privadas. “El orden público económico hay que defenderlo, con certeza incorporar algunos cambios para que sea más fértil, pero no reemplazar el modelo porque el constitucionalismo es un proceso que, incluso en revoluciones, busca forjar la instauración de un orden constitucional”.

Finalmnete el profesor entregó su opinión sobre la viabilidad de que en tiempos de crisis se promueva por parte del parlamento algunos proyectos que han sido tildados como anticonstitucionales, la posibilidad de que la convención opere bajo la lógica de los dos tercios, cuál debe ser la antropología que debería subyacer en una nueva Constitución y cual es el rol que la Facultad de Derecho y los abogados deben desarrollar en este proceso constitucional.

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