Los casos fueron tramitados durante meses por alumnos y ayudantes de la sección de Derecho Penal de la Clínica Jurídica, liderados por la profesora María Elena Santibáñez.

Durante el segundo semestre de 2019, la sección de Derecho Penal de la Clínica Jurídica Derecho UC obtuvo dos condenas relevantes en materia de delitos sexuales. Ambos casos fueron tramitados íntegramente por un equipo de ayudantes y alumnos de la Facultad, liderados por la profesora María Elena Santibáñez.

Así, en el primer caso, denominado “Parque Brasil”, el equipo Derecho UC, el que contó con la participación de la alumna Francisca Vargas, logró una condena de 15 años de presidio mayor en su grado medio para los dos imputados del crimen de agresión sexual a un hombre adulto con una discapacidad mental leve ocurrido en las inmediaciones del Parque Brasil el sábado 19 de noviembre de 2016.

En el segundo caso, en el cual estuvo participó el estudiante Sebastián Salazar, abordó el delito de favorecimiento de la prostitución de menores de edad, logrando una condena de dos de los ocho acusados con una sentencia de 61 días de remisión condicional. Este caso es de trascendencia nacional pues se trata de una condena por conductas omisivas de funcionarios de Carabineros.

La experiencia, explicó la profesora Santibáñez “fue muy gratificante tanto para los alumnos como para el equipo de ayudantes y profesionales. Tras meses de mucho trabajo, explicó, no sólo logramos justicia para las víctimas, sino que pudimos ver el avance formativo de nuestros alumnos. Ese hecho nos llena de alegría y nos motiva a seguir trabajando para aportar, desde nuestro conocimiento, a sectores vulnerables de la sociedad y colaborar en el desarrollo personal y profesional de los futuros abogados Derecho UC”.

En esa misma línea, la alumna participantes del primer caso, Francisca Vargas, manifestó que participar en este caso significó “poder aportar con mi tiempo y conocimientos para ayudar a una persona para que obtenga no solo justicia, sino que, además tranquilidad para poder continuar y rehacer su vida. Esto porque los imputados eran vecinos del patrocinado, por lo que él no estaba tranquilo con ellos sueltos en el barrio”.

Además agregó fue una experiencia de la que aprendí mucho. “Ver finalmente como se concreta en la práctica todo lo aprendido en los ramos de derecho procesal penal y en penal, me permitió integrar todo de mejor manera y me hizo crecer profesionalmente y como persona, haciéndome ver que el derecho está al servicio de las personas y en este caso de quién más lo necesita”.

En tanto, Sebastián Salazar, estudiante quien participó en el segundo caso, relevó no sólo el aprendizaje práctico obtenido durante su paso por la Clínica, sino el conocer tan de cerca una realidad que acecha a muchos niños en Chile. “Las víctimas de este caso no tenían un núcleo familiar estable, tuvieron que abandonar el colegio tempranamente y cayeron en la drogadicción a temprana edad. En este sentido, la prostitución viene a ser la última etapa de un largo historial de vulneraciones y por tanto, ellas no se sienten como víctimas, ya que ven el comercio sexual como la actividad que les permite subsistir en el día a día y en la que además hay personas de su círculo familiar implicadas a las que manifiestan afecto”.

“El trabajo que se realiza en la Clínica Jurídica”, finalizó la profesora Santibáñez “es para muchos alumnos la integración y puesta en práctica de los conocimientos aprendidos a lo largo de la carrera, y se alinea con la misión de servicio que guía a la Facultad y a la Universidad Católica desde su gestación”.