Una veintena de alumnos se trasladó al Campamento Los Algarrobos de Til Til, donde recuperaron espacios comunes, elaboraron contenedores para basura, botellas y latas, además de realizar talleres navideños para los más pequeñitos.
El cambio climático y la contaminación del medio ambiente es un tema que preocupa no sólo a las autoridades y la sociedad civil a nivel mundial, sino también a los alumnos de nuestra Facultad quienes dieron un enfoque especial a las tradicionales Operaciones de Verano realizando acciones sustentables.
Es por ello que decidieron realizar estos trabajos voluntarios en una zona que ha estado en el centro de la polémica: Til Til, la que actualmente recibe el 67% de la basura de la Región Metropolitana y es la sede de 50 fuentes de material particulado.
Así, una veintena de jóvenes se trasladó al Campamento Los Algarrobos donde trabajaron recuperando espacios comunes y recogiendo basura. También elaboraron basureros para separar plásticos y latas contribuyendo a la disminución de la huella de carbono a través del reciclaje. A su vez, los voluntarios realizaron un taller de manualidades donde enseñaron a los vecinos a elaborar adornos navideños con materiales reciclados.
Al término de la jornada se generó un espacio de reflexión sobre la importancia de reducir el impacto ambiental que producimos las personas día a día y sobre cómo ser conscientes al momento de consumir y eliminar los desechos.
“Todo resultó muy bien, llevamos a cabo todos nuestros objetivos y compartimos un momento agradable con la comunidad durante el almuerzo. Además, notamos tanto a adultos como a los niños muy interesados en el tema, así que nos vamos contentos porque sentimos que generamos consciencia sobre la importancia de cuidar el medio ambiente”, afirmó Bernardita Zúñiga, alumna de primer año y jefa de estas operaciones sustentables.
“Somos la primera generación en saber realmente qué involucra el calentamiento global y el deterioro medioambiental y la última en poder evitar una tragedia ecológica, lo que es una gran responsabilidad que como estudiantes debemos asumir, para dejar de condenar nuestras vidas a una extinción provocada por nosotros mismos”, señaló Gabriela García, alumna de primer año de nuestra Facultad.
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