Con 99 años de edad falleció el reconocido profesor de Derecho Laboral UC. En sus funerales, el decano invitó a utilizar su ejemplo de lealtad y vocación de servicio a la justicia para inspirar a las nuevas generaciones de abogados.

Con 99 años de edad, el pasado 28 de mayo, falleció el profesor émerito de Derecho del Trabajo y Seguridad Social de nuestra Facultad, William Thayer Arteaga, a quien nuestro decano describió durante sus funerales como “uno de sus más insignes maestros, que vivió y murió con profunda lealtad, la vocación de servicio a la justicia que le inspiró el Señor”.

William Thayer realizó sus estudios básicos en los Padres Franceses de Viña del Mar y los secundarios en el Liceo de esa misma ciudad. Volvió a Santiago en la década del 30 para ingresar a la entonces Escuela de Derecho de la Universidad Católica, titulándose en 1945 con la tesis Orientación profesional y vocación jurídica.

Durante su época universitaria fue presidente del Centro de Alumnos de la Facultad, cargo que tuvo que abandonar tras la muerte de su padre, y también se desempeñó como presidente del Consejo de la Juventud Católica. En 1945 contrajo matrimonio con Alicia Morel Chaigneau, con quien tuvo siete hijos.

El profesor UC, siguiendo los pasos de San Alberto Hurtado, su guía de juventud, fue un reconocido laboralista y, tal como lo describió el decano, “pocas personas como él han ocupado alguna de las responsabilidades más importantes de tipo político y académico”. Durante su vida, William Thayer no sólo se dedicó a la academia, sino también fue ministro del Trabajo y ministro de Justicia durante el Gobierno del Presidente Eduardo Frei Montalva, Rector de la Universidad Austral en Valdivia, Consejero de Estado, y Senador Institucional entre 1990 y 1998, entre otros. “En todas estas responsabilidades, don William entrelazó su propia biografía con los destinos del país durante algunas de las décadas más convulsionadas de nuestro pasado reciente”, expresó el decano Frontaura.

Resaltó también que el profesor Thayer siempre creyó en el derecho como un instrumento para servir a la justicia desde la antropología cristiana. No en vano, en su labor como Profesor de Derecho del Trabajo y formador de generaciones de estudiantes, promovió la existencia de relaciones laborales que conciliaran tanto la necesidad de justicia con los más débiles como el valor de la libertad.

Orientó su mismo ejercicio profesional – junto a otro recordado profesor de nuestra Facultad ya fallecido, don Ramón Luco – al servicio de los trabajadores y sindicatos, guiado siempre por criterios de justicia y libertad, aunque, sobre todo, movido por la caridad. Esta misma sabiduría impregnó toda su extensa actividad académica, hasta el último tiempo inclusive, en sus clases y publicaciones.

En definitiva, concluyó el decano, “la vida de don William es una muestra de un tipo ideal de abogado con el que cuesta encontrarse todos los días (...) Más allá de una larga enumeración de dignidades, invito a recordar y despedir a un hombre que buscó la justicia, de espíritu generoso y que amó profundamente a Dios, a su Iglesia, a los trabajadores y a su patria. Junto con despedirlo y pedir al Señor por su alma, renovemos nuestros votos para que su ejemplo sirva para inspirar a las nuevas generaciones de abogados de nuestra querida Pontificia Universidad Católica de Chile”.