En el marco del Seminario Permanente Jorge González Förster, el decano de nuestra Facultad y el de la Facultad de Filosofía de la PUCV analizaron la historia de la Familia en la edad media y sus desafíos.

En la Sala Obispo Emilio Tagle se efectuó la segunda sesión del Seminario Permanente Jorge González Förster, organizado en conjunto por la Facultad de Filosofía y Educación con la Vicerrectoría de Investigación y Estudios Avanzados de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso.

En la ocasión, el decano de la Facultad y académico del Instituto de Historia PUCV, José Marín, desarrolló la ponencia titulada Familia y sociedad en la Edad Media, mientras que el decano de la Facultad de Derecho UC Carlos Frontaura, ofreció la conferencia Futuro de la familia.

El profesor Marín explicó que la familia es un tema contingente, que exige visiones interdisciplinarias y múltiples miradas para hablar sobre ella. En ese sentido, al interior de una universidad católica es imperativo abordar esta temática pues se relaciona con su sello valórico.

"¿De qué hablamos cuando nos referimos a matrimonio y familia? Es una institución jurídica, una organización biológica, un sistema económico y social, pero cuando nos referimos a la perspectiva de la familia católica, hablamos de trascendencia. La indisolubilidad del matrimonio apunta a eso. El matrimonio es para los católicos el cumplimiento de un mandato divino y así se entendía también en el mundo medieval", precisó.

En la Edad Media, de acuerdo a Marín, la familia aparece como un fundamento de la vida social. Era el núcleo en el cual la sociedad jerarquizaba la conservación de las costumbres, los usos sociales, las relaciones parentales y las redes comunes que se construían.

El especialista agregó que desde el siglo XI la Iglesia comenzó a preocuparse por el matrimonio y el consentimiento libre. No hay que olvidar que en ese periodo, se pasó de una ceremonia privada a otra pública y las uniones comenzaron a desarrollarse dentro de las iglesias, antes se efectuaban en los pórticos de los templos.

El decano de la UC, en tanto, trató de responder, a través de su ponencia, la pregunta: ¿cuál es el futuro de la familia? "Uno parte de un panorama que pareciera ser desalentador y esto es posible abordarlo desde distintas perspectivas, desde la historia donde uno compara momentos de la Roma precristiana, el mundo griego grecorromano pagano con el mundo actual. Lo otro es caer en las visiones más deterministas, biológicas, evolucionistas o materialistas que tampoco nos dan una respuesta. La tercera mirada sería caer en esas visiones tecnológicas o futuristas sobre lo que podría ser la familia".

La propuesta del profesor Frontaura es que sin perjuicio a estas posibles respuestas, la familia es una propuesta central para la humanización de la sociedad y tiene un gran futuro, el que debe construirse conforme a la realidad que nos rodea.

"La familia es nuclear en la vida del ser humano, pues tiene una constitución que nace de la gratuidad, la donación y el servicio. Ese es el fenómeno que se vive en la familia, una donación total que no atiende a la condición en la que está la persona. Cuando tendemos a instrumentalizar las relaciones de la familia, perdemos el concepto. La familia es la donación total donde uno es como es", planteó.

Sobre los desafíos que vienen, el decano agregó que en Chile falta más reflexión y propuestas sobre la familia, pues nos quedamos muchas veces más en la denuncia que en la realización de propuestas.

"Hay muchos desafíos pendientes. No nos hemos hecho cargo de los cambios del mundo laboral, de la incorporación de la mujer al trabajo, las distancias entre el lugar del trabajo y de vida, la desaparición de los horarios de trabajo en la medida que la internet y los celulares han irrumpido en la vida privada. Esto no se ha abordado de manera profesional, sistemática, ni basado en evidencias", concluyó.

Información Periodística: Pontificia Universidad Católica de Valparaíso