El académico UC fue invitado a la Universidad Adolfo Ibáñez a analizar esta nueva normativa, la que entrará en vigor en octubre próximo.

Capacitar a abogados, mediadores y consejeros de familia en relación a los alcances e impacto de la nueva ley de Acuerdo de Unión Civil (AUC), fue el objetivo del encuentro organizado por Thomson Reuters Training junto a la Universidad Adolfo Ibáñez, al que fue invitado como único orador el profesor de nuestra Facultad, Joel González Castillo.

En su exposición, el académico UC explicó la conceptualización de esta nueva figura, su finalidad, quiénes pueden celebrarlo, cuáles son los requisitos de validez y prohibiciones, las causales de término del vínculo, así como la competencia de los Tribunales de Familia en este nuevo marco legal.

En su intervención, el académico analizó las principales diferencias entre el matrimonio y el Acuerdo de Unión Civil (AUC): celebración del AUC entre personas heterosexuales y personas del mismo sexo, mientras que el matrimonio es un contrato entre "un hombre y una mujer"; en el AUC no hay pensiones de alimentos; y a diferencia del matrimonio en el AUC el régimen patrimonial supletorio es la separación de bienes.

Según el experto, una de las principales diferencias entre el matrimonio y el AUC dice relación con la forma de poner término al vínculo, ya que con esta nueva normativa se puede finalizar el acuerdo de forma unilateral, sin intervención de un tribunal, lo que ha llevado a dos interpretaciones distintas. Por un lado, está la de los más críticos, quienes aseguran que esto pone en evidencia la precariedad de este vínculo, y por el otro están quienes la defienden, explicando que quienes optan por el AUC son justamente los que quieren un régimen distinto y alternativo al matrimonio, incluido su forma de ponerle término.

El profesor González considera que el poner término a este vínculo sin intervención judicial es algo delicado pues "muchas personas no tienen por qué saber el detalle de esta ley, van a celebrar el acuerdo de unión civil de buena fe y se podrían encontrar con la sorpresa de que un día su conviviente le notifique que el vínculo ha terminado sin más", concluyó.