Un total de 167 alumnos de nuestra Facultad llevaron alegría, trabajo, fe y esperanza a familias en zonas aisladas del sur de nuestro país.

Como cada año los alumnos de nuestra Facultad tuvieron una destacada participación en los trabajos de invierno UC. En total fueron 167 alumnos que partieron a ayudar a zonas rurales y aisladas, con necesidad de vivienda donde los Trabajos San Alberto fueron los encargados de construirlas, y por otro lado, jóvenes que emprendieron la labor de misionar y llevar fe y alegría a las personas.

Temuco fue la ciudad elegida este año por los Trabajos San Alberto que entre el 12 y el 20 de julio congregó a 141 jóvenes, que tuvieron como objetivo construir 10 viviendas que beneficiaron a un total de 34 personas vulnerables de la zona. Al mismo tiempo, llevaron alegría a sus habitantes con quienes compartieron en torno a la obra teatral El hijo pródigo, cuyo elenco se trasladó a cada una de las 10 comunidades en la camioneta cultural.

El equipo de voluntarios recibió la visita del decano Carlos Frontaura, la secretaria académica Alejandra Ovalle, y la directora de Escuela Magdalena Ossandón, con quienes compartieron sus experiencias y emociones. "Como cada año, es un orgullo ver que nuestros alumnos están comprometidos con el servicio al país, contribuyendo a la sociedad a través de estas labores tan importantes y al mismo tiempo, en el ejercicio de la profesión", afirmó el decano.

"Fue un trabajo muy duro y de mucho esfuerzo, pero que ciertamente se ve recompensado y con creces al ver los resultados y la felicidad tanto de las familias, como la de los voluntarios", aseguró Trinidad Labarca, quien este año dirigió los Trabajos San Alberto junto Eduardo Damián.

Por otro lado, entre el 11 y el 19 de julio, un total de 26 alumnos de Derecho participaron en las Misiones organizadas en conjunto con la Pastoral UC, que los llevó a la localidad de Coronel, VIII Región, con el objetivo de realizar una especie de censo en una nueva población llamada Peña II y con ello identificar a la comunidad católica de la zona, a sus agentes de cambio, y con ello establecer una nueva comunidad de fe en ese lugar.

De esta forma, los jóvenes llevaron el mensaje de Cristo a los habitantes del sector, finalizando su misión con éxito: "El objetivo particular se cumplió, ahora sólo faltan nuestra oraciones para que se pueda establecer el grupo de católicos comprometidos con la Iglesia que hace falta en esa zona", manifestó Miguel Domínguez, jefe de Misiones de Derecho, quien agradeció y valoró la visita que recibieron del vicedecano Ricardo Irarrázabal y el director de Asuntos Estudiantiles Sebastián Rioseco.

Como cada año, felicitamos a los más de cien jóvenes de nuestra Facultad comprometidos con estas labores que tanta alegría llevan a sectores aislados y desprotegidos.

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