El Mercurio
'Esta entrega confirma un patrón que venimos midiendo desde 2008: continuidad con avances acotados (…). No hay retroceso global, pero tampoco el salto de calidad que se espera hacia una jurisprudencia consistente', explica el profesor Alejandro Vergara, autor del estudio del Observatorio Jurisprudencial del Programa de Derecho Administrativo Económico de la Universidad Católica (UC), que en esta quinta versión analiza 965 fallos —entre 2022 y 2024— de la Corte Suprema.
Su objetivo, al igual que en años anteriores, es analizar el comportamiento del máximo tribunal en 20 temas de derecho administrativo.
La evaluación del académico es que hay 'avances puntuales, zigzagueos persistentes y un desafío pendiente en materia de precedente'. Detalla que en nueve materias la conducta es uniforme y en otras nueve hay vaivenes, mientras que en dos hubo solo uno o ningún caso.
En tanto, los temas con mayores cambios de postura son, junto con plazos fatales para que la Administración responda solicitudes del ciudadano, el término anticipado de empleos a contrata —que el estudio describe como 'uno de los más zigzagueantes del trienio'— y recurso de protección como vía idónea en casos de desvinculación de estos mismos trabajadores.
'Genera inseguridad jurídica'
'La consistencia de la Sala sigue dependiendo no solo de su integración, sino que de manera importante de los cambios de voto de algunos ministros y abogados integrantes, conducta en que varios de ellos siguen incurriendo', dice, aunque destaca 'ejemplos de gran linealidad personal' de algunos magistrados.
A su juicio, que no haya sanciones por el vaivén ni una exigencia institucional de seguir precedentes 'genera inseguridad jurídica y resta previsibilidad. Los cambios repentinos en la jurisprudencia producen intranquilidad y dificultan que ciudadanos y la Administración sepan a qué atenerse'.
También, sostiene que 'afecta la igualdad ante la ley, porque casos sustancialmente similares pueden recibir respuestas distintas'.
Como el análisis termina en 2024, explica que no se ha medido aún el efecto de la salida de los exsupremos Sergio Muñoz y Ángela Vivanco —removidos a fines del año pasado de sus cargos—. Aunque añade que 'como ambos aparecen con cambios de criterio reiterados en varias de las materias más inestables (…), es razonable esperar alguna reducción del zigzag con su salida'.
