El Mercurio
El 4 de enero de 2022, el menor de iniciales A.E.V.M llegó hasta un local de comida rápida ubicado en la comuna de Peñalolén y, tras una discusión con un grupo de jóvenes, extrajo un arma y disparó en reiteradas ocasiones, causando la muerte de tres de ellos, identificados como Germán Cayupil, Sebastián Cayupil y Christian Acuña.
Pese a que el Ministerio Público acusó a A.E.V.M y otro menor que lo acompañaba, los medios de pruebas no permitieron acreditar la autoría de este último, por lo que el 7° Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Santiago condenó al primero de ellos, por tres delitos de homicidio simple, a la pena de 10 años de internación provisoria en régimen cerrado con programa de reinserción social, por tener, al momento de los hechos, 17 años de edad.
A este caso, se suma el del adolescente de iniciales S.A.B.Z., quien fue condenado a nueve años, en total, bajo el mismo régimen por parte del 3° Tribunal de Juicio Oral en lo Penal capitalino, como autor de los delitos de homicidio simple, lesiones graves y robo con violencia, por hechos ocurridos el 30 de diciembre de 2021.
Esto, tras protagonizar dos robos con intimidación de vehículos —haciendo uso de armas de fuego— en las comunas de Vitacura y Ñuñoa. A las 04:30 de la madrugada, manejando uno de estos automóviles, no respetó una luz roja e impactó al taxi en el que iba Ana Guzmán Contreras, enfermera de 32 años quien resultó fallecida producto de la gravedad de sus lesiones. Su acompañante y el conductor, en tanto, resultaron con lesiones graves.
Homicidios y robos al alza
Los casos dan cuenta de un fenómeno que se manifiesta en la realidad del sistema penal, consistente en el aumento en la participación de menores de edad en diversos delitos, y que, en algunos casos, se evidencian signos de estar vinculados al actuar de bandas de crimen organizado compuestas por adultos, que utilizan a adolescentes y niños para cometer ilícitos, debido a las menores penas que enfrentan.
Según cifras de la Defensoría Penal Pública, en 2021, un total de 110 menores de edad fueron imputados por el delito de homicidio, mientras que en 2022 el número llegó a 146, lo que equivales a un 32,% más. Hasta mayo de este año, son 54 los imputados por este delito que no tienen mayoría de edad.
Respecto de robos, hace dos años, fueron 1.650 los menores imputados. En 2022, en tanto, se totalizaron 2.335 causas de este tipo —41,5% más—, y en los cinco primeros meses de 2023, van 869.
“Delivery” de vehículos
Desde el Ministerio Público, Ignacio Pefaur, jefe de la Fiscalía Especializada Sistema de Análisis Criminal y Focos Investigativos (Sacfi) Metropolitana Sur, señala que de un tiempo a esta parte, han podido advertir una “tendencia”, que vincula a bandas de adolescentes con adultos, específicamente respecto del robo con violencia o intimidación de vehículos motorizados.
“Esto consiste en que se van robando vehículos prácticamente por encargo. Es decir, hay sujetos que son por regla general adultos que encargan a bandas de menores determinados vehículos, porque previamente ya saben lo que van a hacer, saben el objetivo final del vehículo, que puede ser venderlo, clonarlo o, incluso, el desarme para su posterior venta por piezas”, señala Pefaur.
Y agrega que “es muy extraño que el mayor de edad participe con esta banda de adolescentes, porque claramente el rol que los adultos están teniendo es sumamente distinto, es una segunda línea, en el sentido de que ellos reducen los vehículos que los adolescentes sustraen en una primera instancia. Esta figura se está dando mucho actualmente”.
En cuanto a la coordinación, el persecutor manifiesta que esta se genera de forma rápida y puede operar a través de dos vías: “Los adultos se van asociando con distintas bandas de adolescentes, los cuales son casi un delivery, en este sentido. Se comunican y dicen que necesitan un vehículo de tales características y se van en búsqueda de ese vehículo. En otros casos, el proceso es inverso, las bandas de adolescentes sustraen los vehículos y los empiezan a ofrecer a gente que ya conocen previamente”.
Incremento “evidente”
Al respecto, la académica de derecho penal de la Universidad Católica y miembro del consejo directivo de Ciudad del Niño, María Elena Santibáñez, califica como “preocupante el fenómeno” de alza en la participación de adolescentes en delitos, y coincide con la fiscalía, en el sentido de que, dice, “es bien probable que bandas criminales utilicen a menores de edad para participar en la comisión de los mismos, ya se trate de menores de edad inimputables completamente, tratándose de adolescentes menores de 14 años, o bien, a jóvenes mayores de esa edad pero afectos a la ley de Responsabilidad Penal Adolescente”.
En tanto, el abogado y presidente de la Fundación Amparo y Justicia, Alejandro Espinoza, manifiesta que “resulta evidente y notorio el aumento importante de adolescentes detenidos por delitos violentos”. No obstante, agrega que “es difícil encontrar información desagregada respecto de los casos en que han sido parte de bandas u organizaciones criminales dirigidas por adultos”.
“Lo que si es claro, es que las políticas públicas destinadas a abordar adolescentes infractores son absolutamente insuficientes e ineficaces. Si el estado de Chile no invierte recursos y no implementa políticas serias y de largo aliento, ofreciendo alternativas a los jóvenes infractores, este problema seguirá en aumento”, añade.