La Tercera
Señor director:
En esta vorágine legislativa pasó prácticamente desapercibido que el Congreso aprobó recientemente leyes que entregan nuevas herramientas para la investigación y persecución del crimen organizado y el narcotráfico. Sin embargo, y aunque se destacan los aspectos positivos de las modificaciones legales, como la incorporación de nuevas técnicas especiales de investigación más acordes a los tiempos para los nuevos tipos penales de asociación delictiva y criminal, así como el aumento de las hipótesis de comiso de bienes del narcotráfico y de otros negocios ilícitos en general, hay otras medidas que influyen y deben ser tenidas en cuenta. En esta ocasión solo referiré a las tres que parecen ser más urgentes.
Primero, Chile debe dar el paso y contar con un organismo de administración de bienes incautados y decomisados, sobre todo considerando el aumento de hipótesis de comisos señalado en las nuevas leyes. En caso de narcotráfico o de otros negocios ilícitos que dan forma al crimen organizado, se necesita una institucionalidad que administre, venda, mantenga estos bienes, que realmente implique despojarse de ellos. Esto señala un 'desde' para la persecución eficiente del crimen organizado y el lavado de activos.
Segundo, Chile debe incorporar tecnología para investigar operaciones con activos virtuales, que también es un imperativo de los tiempos que vivimos. El refuerzo de todo el sistema penal en la persecución de las ganancias del crimen organizado, fortaleciendo la investigación patrimonial, es esencial; se debe avanzar en que todas las ciudades del país cuenten con herramientas para ello.
Y, por último, la información bancaria es en extremo relevante y la investigación penal debe contar con ella a tiempo y completa: mejorar la coordinación con los bancos para lograrlo tendrá como consecuencia una ganancia de tiempo relevante en trazar el camino del dinero proveniente de ganancias ilícitas.
