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El proyecto de Ley Retamal-Naín ha sido foco de tensiones y discordia en el Congreso tras su aprobación en la Cámara de Diputados, y en su entrada a una semana clave en el Senado. De esta manera, y frente a las 122 indicaciones ingresadas por el Ejecutivo y parlamentarios, se espera que la moción sea votada entre este martes y miércoles. Desde Apruebo Dignidad (Partido Comunista-Frente Amplio) rechazaron esta propuesta, particularmente por el concepto de legítima defensa privilegiada para uniformados.

"El Partido Comunista (PC) también va a hacer todo lo posible porque se rechace este proyecto (Ley Retamal-Naín) o que se enmiende el proyecto para que no quede como salió de la Cámara”, expresó el presidente del PC, Guillermo Teillier, en una entrevista con Radio Nuevo Mundo.

Legítima Defensa Privilegiada

Jorge Gálvez, profesor del departamento de Derecho Penal UC, explica que, aunque el proyecto legislativo incorpora nuevas hipótesis de la llamada “Legítima Defensa Privilegiada” en el Código Penal, aplicables a los casos de actuación policial, este concepto existe hace mucho tiempo en el sistema penal chileno, para casos tales como el de la persona que encuentra delincuentes al interior de su domicilio.

En tales casos, el experto señala que la ley hace operar una presunción sobre la concurrencia de los requisitos de la legítima defensa. Y precisa, en términos más simples, que el privilegio consiste en que el policía sólo tiene que probar una determinada forma de agresión ilegítima y los demás requisitos se presumen concurrentes.

Muy en particular, aunque este es un tema muy discutido, se estima que la presunción actúa respecto del requisito ‘necesidad racional del medio empleado’ para impedir o repeler la agresión. La cuestión es que, aunque la ley no lo diga, sobre este elemento, parte de la doctrina y jurisprudencia exigen que la legítima defensa deba ser ‘proporcional’, es decir, que exista cierta proporcionalidad entre agresión y reacción del defensor, y sólo habría legítima defensa cuando un policía reacciona de manera proporcionada a la agresión”, asegura Gálvez.

Bajo esta idea, el académico apunta a que, actualmente, es el abogado defensor del policía que lesiona o da muerte a un sujeto en actos de servicio quien debe probar, no sólo que éste se estaba defendiendo, sino además que no tenía un medio menos dañoso para defenderse.

De este modo, el profesor del departamento de Derecho Penal UC afirma que esta nueva ley permitiría que en la actuación de las policías se aplicara esta presunción en una serie de casos (agresiones con armas, ataques en grupo o al impedir ciertos delitos, etc.) y, por lo tanto, en principio, no sería necesario que el policía probara los requisitos generales de la legítima defensa.

Aun así, tratándose de una presunción simplemente legal, en caso de haber prueba de que el policía utilizó fuerza manifiestamente innecesaria, el fiscal y el juez podrían perfectamente estimar que no concurrieron los elementos de la legítima defensa e igualmente condenarlo. La cuestión es que, ante falta de prueba o duda razonable, bajo la nueva ley el policía resultaría absuelto”, asevera Gálvez.

El diputado RN, Mauro González, manifiesta que esta idea nace a partir de la desprotección de los funcionarios de Carabineros y de la necesidad para que estos puedan defenderse ante los ataques de delincuentes, en el marco de los asesinatos de uniformados en el último tiempo, y también en protección de terceras personas que pueden estar siendo víctimas de un delito.

“Es fundamental que nuestras policías tengan la protección y el respaldo que merecen, ya que actualmente un funcionario por hacer uso de su arma de servicio en legítima defensa comienza un proceso como imputado, a pesar de que en la mayoría de los casos se ha comprobado la legitimidad de esa acción, entonces se busca proteger a los funcionarios y que no sean ellos a priori los perseguidos penalmente. Por ello, este proyecto establece la presunción del uso de legítima defensa”, expresa el parlamentario.

Los protocolos en su aplicación

Jorge Gálvez explica que la realidad práctica y normativa chilena tiene ciertas características propias que impiden una comparación certera con otros países. Sin embargo, el académico enfatiza en que es importante tener claro que la actuación de las policías, mucho más cuando involucra fuerza potencialmente letal, suele ser un tema extremadamente controvertido a nivel social, ya que tensiona la relación entre libertad y derechos humanos, por un lado, y seguridad y eficacia de la persecución del delito, por otro.

Además, el experto añade que lo más relevante en estos ámbitos es dar claridad a las policías respecto de las reglas y límites de su actuación, no exponerlos a consecuencias negativas antes de que exista una investigación exhaustiva a nivel penal y disciplinario, así como dotarlos de todos los elementos y la formación para que actúen con la mayor eficacia y seguridad posible.

“Hay legislaciones similares, donde se encuentra garantizado el principio de la legítima defensa, tanto para policías como también para ciudadanos bajo ciertas circunstancias específicas, pero para el caso de las fuerzas de orden y seguridad también se dan ciertas garantías de protección, porque se entiende que están cumpliendo con su labor y tienen el legítimo deber de actuar con el uso de la fuerza en situaciones que lo ameriten. Creo que hay sectores de la izquierda más radical que tienen aprehensiones ideológicas con temas de seguridad, particularmente con Carabineros”, expresa la diputada de Avancemos Chile, Yovana Ahumada.

El analista político y académico de la Universidad Andrés Bello, Felipe Vergara, incide en la importancia de dotar de experiencia a las fuerzas policiales, antes de exponerlas al uso de armas de servicio. “Si no tienes bien formados a tus policías, y tienes carabineros que están saliendo a los seis meses o un año a las calles con armamento, eso puede generar un poco de riesgo mayor producto de la inexperiencia en el tema, no en el mal uso, ni mucho menos en la intención de hacer mal uso de esto. (…) Es un concepto algo arriesgado que, aunque va en la línea correcta de poder usarlo, debe aterrizarse un poco para que se pueda usar de buena forma”, añade.

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