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Crimen organizado, deterioro democrático y crisis migratoria: tres grandes amenazas para América Latina en 2023 que el Centro de Estudios Internacionales de la Pontificia Universidad Católica (CEIUC) identificó en su estudio 'Riesgo Político América Latina', liderado por el director del CEIUC, el abogado y master en Políticas Públicas de la New York University, Jorge Sahd. Puede revisar el estudio completo en el siguiente link. 'El continente enfrentará un año muy complejo, se observa un deterioro respecto del año anterior, que ya tenía niveles de riesgo políticos altos', advierte. Sahd manifiesta que la primera versión del índice (elaborado en 2021) estuvo marcada por los devastadores efectos de la pandemia y la segunda versión (de 2022) por el creciente nivel de incertidumbre y volatilidad, 'mientras que esta tercera versión alerta sobre la creciente inseguridad en la región, el continuo deterioro democrático y una cada vez más compleja gobernabilidad'. Situaciones de las que Chile, con nuestras particularidades, no está exento.
El método La tercera edición del estudio obtuvo los datos de una encuesta realizada a 1.023 personas, más la conformación de un panel de 48 expertos de América Latina y el Caribe, que incluyó a expresidentes, autoridades regionales, líderes de opinión y académicos. Los consultados identificaron diez riesgos para Latinoamérica este 2023, en orden de importancia: 1. crimen organizado, 2. retroceso democrático, 3. gobernabilidad compleja, 4. nuevos estallidos de malestar, 5. crisis migratoria, 6. inseguridad alimentaria, 7. polarización y noticias falsas, 8. pérdida de competitividad, 9. aumento de ataques cibernéticos y 10. debilitamiento de integración regional.
Número uno: crimen organizado El índice identificó que el crimen organizado será la principal amenaza para los gobiernos y democracias latinoamericanas en 2023. Y argumenta en sus conclusiones: 'El riesgo político asociado al crimen organizado y otras formas de violencia ha aumentado significativamente los últimos años por su transnacionalidad. Éste ya no sólo se concentra en México, Colombia y América Central, sino que tiene presencia en la mayoría de los países de la región. Un caso sintomático es el chileno, de los países tradicionalmente más seguros de la región. Actualmente se ha puesto foco en hacer frente a organizaciones de extranjeros que han intentado instalarse en el país y fijar redes desde sus países de origen, como han sido facciones del Tren de Aragua, del Cartel de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación'.
-¿De qué forma el crimen organizado puede ser un riesgo para la política y la democracia en Chile?
-El crimen organizado crece en aquellos países donde el Estado es débil, las instituciones corruptas y predominan economías informales con altos niveles de desigualdad y pobreza. Chile aún es de los países de la región con menores índices de corrupción y que cuenta con un sistema judicial independiente, no obstante, el crimen organizado ha ido creciendo, hoy es transnacional y ha logrado permear en distintos sectores de la sociedad. Si no ponemos atajo al crimen organizado, puede terminar atrapando a nuestra democracia a largo plazo.
Retroceso democrático La investigación identifica como un alto factor de riesgo la posibilidad de un retroceso democrático, con el avance de tendencias populistas y autoritarias, crisis institucionales y problemas de gobernabilidad.
El estudio dice: 'El fenómeno de mayor fragmentación política y partidos oficialistas con menor representación es una tendencia de las últimas décadas en gran parte de las democracias de América Latina. Argentina, Chile, Colombia, Perú, México y Costa Rica han visto aumentar en las últimas décadas el número de representados en el Congreso, así como el número de partidos relevantes'. Sahd complementa: 'Chile está en el grupo de países con un régimen democrático, pero con deficiencias que comenzaron a acentuarse después de la crisis política de 2019 (estallido social)'.
Estallido social Se menciona además la sensación de que nuevas manifestaciones sociales masivas podrían ocurrir, 'estallidos de malestar social por alto costo de vida, bajo crecimiento económico, aumento del desempleo e informalidad'.
Crisis migratoria El índice menciona, además, la crisis migratoria como una preocupación transversal en América Latina: 'Ante un incremento en la percepción de la inseguridad y un aumento de delitos violentos en que se ven envueltos inmigrantes, el mayor riesgo que enfrentan los países latinoamericanos es tener que enfrentar una exacerbación de la xenofobia e incremento de los conflictos sociales ante un cada vez más precario escenario económico y social.
Han sido usuales e incrementales las acciones en contra de migrantes en diferentes zonas fronterizas donde se han incrementado los indicadores de violencia y criminalidad; incendio de casas de migrantes en el norte de Brasil o la quema de pertenencias de migrantes en manifestaciones contra la inmigración en Chile'.
'Año complejo' Sahd concluye del estudio: 'Hay dos elementos que serán centrales en 2023: El primero es la reconfiguración del mapa político, con el regreso de la marea rosa 2.0, donde cinco de las seis principales economías de la región serán gobernadas por fuerzas de izquierda. Es probable que los ciclos políticos actuales sean más cortos que en el pasado, porque el voto de castigo es el que está marcando todas las elecciones en América Latina desde 2019 a la fecha. El segundo elemento que marcará este año es un gran enfriamiento de la economía, donde la región podría llegar a crecer menos de 1% del PIB. Esta caída de la economía, sumado al aumento de la inflación y el costo de vida y las mayores restricciones financieras, puede generar nuevas explosiones de malestar social.
Latinoamérica enfrentará un año muy complejo y lo que se observa es un deterioro respecto del año anterior, que ya tenía niveles de riesgo político altos -¿El principal riesgo para Chile? -Se observa que la sensación de inseguridad ha aumentado considerablemente y forma parte de aquellos países que se ha indicado que el crimen organizado es su principal preocupación. Todas las democracias en general en América Latina vienen retrocediendo, el año 2022 el índice ubicó a la erosión democrática en primer lugar y este año está en segundo, solo superada por el crimen organizado. El fenómeno que estamos viendo en Chile, las protestas que vienen acompañadas con violencia, es un fenómeno generalizado a nivel regional. Acá vemos elementos negativos relacionados a un bajo nivel de confianza en las instituciones políticas y las menores expectativas de las personas respecto de su futuro económico.