El Mercurio

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¿Cómo debe seguir el proceso constituyente? Es la pregunta que ronda tras la derrota del Apruebo en el plebiscito de salida. El oficialismo y parte de la oposición se comprometieron a continuar con el debate para tener una nueva Carta Fundamental y esta semana comenzaron las reuniones entre el Ejecutivo, el Congreso y los partidos políticos para diseñar el camino para llevarlo a cabo.

Una de las fórmulas para ello, y que el mismo Presidente ha dicho apoyar, es convocar a una nueva Convención. Sin embargo, distintos analistas creen que si esto ocurre debiese hacerse de manera distinta.

Pamela Figueroa, académica de la U. de Santiago de Chile, propone que los independientes participen pero dentro de las listas de partidos políticos y no en listas propias, pues, a su juicio, 'en la Convención los independientes representaron demandas y tuvieron un espacio, pero no tuvieron capacidad de articular, construir acuerdos'. En la misma línea, Javier Couso, académico de la UDP sostiene que 'los partidos políticos juegan un rol dentro de la democracia de voto informado y son una de las maneras en que nos organizamos. No me voy a desayunar después con que el que voté está a la izquierda del PC en materia ideológica y aquí hubo mucho de eso'. Añade que 'eso no prohíbe que un independiente vaya en una lista de un partido, pero el partido se preocupa de ver la trayectoria de ese independiente'.

Para Sebastián Soto, académico de Derecho de la U. Católica, no debieran existir listas de independientes ni escaños reservados para los pueblos originarios, sino 'cuotas de candidatos pertenecientes a pueblos indígenas dentro de las listas'.

Previendo el nuevo escenario, algunos independientes se comienzan a organizar. Varios exconstituyentes de pueblos originarios se han reunido para evaluar los resultados del plebiscito y analizar cómo podrían ser parte de un nuevo proceso, aunque todavía no hay una postura clara. Luis Jiménez (aimara) cree que sería un error que no haya escaños reservados indígena, pero Rosa Catrileo (mapuche) sostiene que 'hay que evaluar las condiciones, para qué, qué vamos a ir a hacer, ¿vamos a ir a hacer un reconocimiento del folclor indígena? No necesitamos un reconocimiento de la cultura, la cultura está. Lo que nosotros necesitábamos eran espacios de materialización de derechos colectivos'.

Por su parte, el dirigente Hugo Alcamán (mapuche), quien realizó campaña por el Rechazo y criticó en varias oportunidades a los indígenas en la Convención, cuenta que 'en estos días nos hemos reunido con dirigentes territoriales en comunidades tanto urbanas como rurales. Hemos visitado al mundo político, a presidentes de partidos, a los Amarillos por Chile, a dignatarios de las iglesias Católica y Evangélica, a los masones, gremios'.

Otros exconstituyentes independientes dicen estar en etapa de reflexión, como reconocen Guillermo Namor (INN) y Lisette Vergara (Coord. Plurinacional). Mientras, Manuela Royo (Movimientos Sociales Constituyentes) cuenta que ha tenido contacto con parlamentarios.

Insumos y plazos

Aunque la idea de una nueva Convención genera apoyos, la académica de la U. del Desarrollo Marisol Peña estima que el resultado del plebiscito fue también un rechazo a esa fórmula. Para ella, el proceso debería continuar de acuerdo a lo establecido en la Constitución vigente en el artículo 127, es decir, que un proyecto de nueva Carta sea presentado por parlamentarios o el Presidente y tramitarse en el Congreso. A esto agrega tres puntos que, a su juicio, ayudarían a obtener un buen resultado: un comité de expertos constitucionales y económicos que trabajen con el Congreso, canales de participación ciudadana incidente y un plebiscito de salida que legitime el nuevo texto.

Más allá de la fórmula, donde hay consenso es que debe ser un proceso relativamente breve. Figueroa cree que una nueva propuesta podría lograrse en seis meses, y Soto dice que sería óptimo que en 2023 se realizara el nuevo plebiscito de salida. '(Dilatar el proceso) sería pan para hoy, hambre para mañana porque el sistema político sigue fragmentado (...) y los grupos violentos tienen el argumento para decir ahora, ‘¿ven lo que pasa cuando uno intenta por la vía institucional?'', advierte Couso, quien coincide con dichas estimaciones.

Temas sobre la mesa

Esos plazos abreviados tienen que ver, dicen los académicos, con que existen insumos para redactar una nueva Constitución y mencionan, al menos, la propuesta de la Convención, el proyecto de la expresidenta Michelle Bachelet y la Carta vigente.

Los académicos señalan que también hay temas que ya se han instalado en el debate y que será imposible obviarlos y que la discusión va a ser la intensidad con la que se expongan en una nueva propuesta constitucional. Entre estos están la preocupación por el medio ambiente y el cambio climático; la descentralización y que se declare a Chile como un Estado social y de derecho. Peña añade, eso sí, que junto con esto último debiera establecerse la posibilidad de alianza con los privados, además del concepto de solidaridad.

También hay coincidencias sobre el reconocimiento de pueblos originarios, plurilingüismo y multiculturalismo. Manuel Núñez, de la UC de Valparaíso, cree importante para ello tener de referencia el Convenio 169 de la OIT, 'dibujando de mejor manera las instituciones que generaron desconfianza. No parece ser todavía momento de instituciones de autogobierno o de justicia de corte étnico'.

Para Figueroa además 'la democracia paritaria debiera ser un piso mínimo, por lo menos en la representación política' y Peña añade avanzar en igualdad sustantiva, aminorar el poder del Presidente de la República y derechos sociales 'planteados de manera realista de manera para que sean compatibles con los recursos que el Estado disponga'.

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