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El conflicto que enfrenta por estos días a China con Taiwán podría tener enorme impacto para el mundo tecnológico. Esto, debido a que la mayor fabricante de chips del mundo, con sede en Taiwán, podría verse afectada si la pugna escala. Según un artículo reciente de Deutsche Welle, TSMC —conocida como la joya de ese Estado asiático— abastece de semiconductores a la economía mundial y van desde chips de alta calidad para la industria aeroespacial hasta productos de producción masiva para el control electrónico de automóviles o refrigeradores.

En la ciudad taiwanesa Hsinchu hay 20 fabricantes de semiconductores que producen chips para las grandes tendencias digitales de la economía mundial. Desde allí, los dos mayores fabricantes de semiconductores a nivel global, TSMC y UMC, suministran al mundo sus productos de alta tecnología. Mark Liu dirige a TSMC y hace pocos días señaló a CNN que una invasión china provocaría la paralización de la producción de chips en las fábricas de TSMC.

En caso de uso de la fuerza militar o de una invasión, 'TSMC dejaría de ser operativa. Nuestras instalaciones de producción muy sofisticadas dependen de la conectividad en tiempo real con el exterior, con Europa, Japón y Estados Unidos', sostuvo Liu. Los efectos de esta eventual paralización podrían repercutir en diversas industrias a nivel global, dada la importancia que tiene esta zona en general y TSMC en particular en el mercado de los semiconductores.

El director del Centro de Estudios Internacionales de la UC, Jorge Sahd, plantea que los efectos de una escalada entre Estados Unidos y China serían devastadores para el mercado de semiconductores, una industria que ya arrastra problemas de escasez global desde 2020. 'TSMC está dentro de las mayores empresas en capitalización bursátil y representa casi el 55% del mercado mundial de semiconductores. Los chips fabricados por TSMC, por ejemplo, son utilizados por gran parte de los procesadores a nivel mundial, además de ser críticos para celulares, automóviles, equipamiento médico y 5G, entre otros', señala Sahd. Agrega que, sumados, Taiwán, China y Corea del Sur alcanzan casi el 90% del mercado global de semiconductores. 'Un conflicto bélico produciría un colapso de una industria vital para el desarrollo mundial', pronostica el experto.

Sahd plantea que la industria de los semiconductores es estratégica en la rivalidad geopolítica entre Estados Unidos y China, quienes han hecho importantes esfuerzos de inversión para reducir su dependencia —y vulnerabilidad— a largo plazo frente a eventos externos. 'Un ejemplo es la Chip and Science Act para promover la industria de semiconductores americana, con inversiones sobre los 50 mil millones de dólares. Sin embargo, estos esfuerzos y la relocalización de cadenas globales de suministro son procesos que pueden tomar años y que no resolverían el problema de una eventual escalada', sostiene el académico de la UC.

Por su parte, Ángel Izurieta, socio líder de Consultoría en Tecnología de EY, explica que Taiwán es el principal productor de semiconductores en el mundo como país, con más del 60% del total, y de ese mercado TSMC representa aproximadamente el 50%, siendo Apple o Qualcomm sus principales clientes, que en muchos casos proveen los chips y elementos críticos de la operación en las más diversas industrias, por lo que el conflicto China-Taiwán representa un riesgo enorme de desabastecimiento y de afectar la producción de muchas empresas a nivel mundial.

Agrega que muchos de los productos en las diversas industrias utilizan chips entre sus componentes críticos, un teléfono móvil, auto, línea blanca, etc., por lo que hay que seguir de cerca cómo se desarrolla este conflicto y qué impacto adicional pueda traer para todo el mundo.

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