La Segunda
 
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Abogadas constitucionalistas adelantan los cinco temas que estarán en la discusión sobre una redacción de una nueva Carta Fundamental.

La multitudinaria marcha de este 8M y la fórmula que aprobó el Congreso para garantizar la paridad de género en una eventual convención constituyente, son una muestra que la 'agenda mujer' tomará mayor relevancia en una nueva Constitución Política, en caso de ganar el «Apruebo» en el plebiscito del 26 de abril.

El propósito no es nuevo, pero ahora las condiciones son más favorables que las que tuvieron los planteamientos de la expresidenta Michelle Bachelet quien, a días de concluir su segundo mandato en marzo de 2018, envió un proyecto de una nueva Carta Magna en el que además de fortalecer los derechos tradicionales (igualdad, no discriminación, salud y educación, entre otros) propuso otros.

Entre ellos el derecho a la igualdad entre hombres y mujeres así como la prohibición de discriminaciones en materia salarial. Tema que Bachelet en su primer gobierno intentó resolver al promulgar en 2009 la Ley de Igualdad de Remuneraciones que tuvo un impacto limitado.

A juicio de cuatro constitucionalistas (Marisol Peña, Tania Busch, Miriam Henríquez y Constanza Hube) son al menos cinco temas que hoy debieran considerarse en el debate que se avecina.

Igual acceso a cargos públicos Marisol Peña, abogada y expresidenta del Tribunal Constitucional es partidaria que la igualdad de derechos entre el hombre y la mujer se grafique en 'la igualdad de acceso a los cargos públicos'. 'El mérito es importante, pero entre un hombre y una mujer con iguales méritos, naturalmente la mujer no debe tener obstáculos para acceder a ese cargo', dice.

Tania Busch, doctora en Derecho y académica de la U. Andrés Bello, considera que quizás este sea el tema más relevante a discutir: 'Cómo reconfiguramos la cláusula de igualdad en la Constitución, para lograr una robusta, que permita habilitar a los poderes públicos para generar políticas de superación de desigualdades estructurales'.

Agrega que también está 'el cómo las mujeres nos incorporamos en forma sustantiva en los espacios de toma de decisión de poder. Las mujeres deben estar presentes'. Pero aclara que no significa que la paridad se vaya a alcanzar en todos los altos cargos: 'Sí debe impactar en la estructura de la organización del poder y eso va a estar en la organización'.

Igualdad de salarios Además, Busch señala varios puntos en materia laboral: 'Uno es la incorporación de las mujeres al trabajo y la brecha salarial'.

Sobre la igualdad de salarios entre el hombre y la mujer, Marisol Peña plantea que hay un concepto que le gustaría perfeccionar que toda persona tiene derecho a la libre contratación y elección del trabajo con una justa retribución. 'Yo agregaría que debe ser sin ninguna distinción entre hombres y mujeres, de forma que se garantizara que a iguales responsabilidades o desempeño, correspondiera la misma remuneración', dice.

Constanza Hube, profesora de derecho constitucional de la UC, recuerda que el tema está resguardado a rango legal, pero —dado que es algo que no está teniendo efectividad— 'no haría daño incluirlo', aunque advierte que 'llevarlo al nivel constitucional no necesariamente va a mejorarlo'.

Reconocimiento al trabajo no remunerado Para Marisol Peña 'el trabajo de las mujeres que han optado libremente por la opción familiar debe ser reconocido en términos tales que dé origen a algún sistema de reconocimiento estatal con una pensión reconocida por el Estado'.

Hube dice que no necesariamente debiera ser parte del debate, porque 'no es un asunto que sea tema constitucional'.

Para Busch una de las demandas más sentidas por las mujeres es 'el reconocimiento del trabajo doméstico no remunerado como un aporte a la economía del país'.

Paridad electoral Sobre la paridad electoral, Peña plantea que hay que promover los sistemas de cuotas para el acceso en cargos públicos y de representatividad: 'Para todos los cargos elegidos, no solamente diputados y senadores'.

No obstante, no cree que haya que «meter la mano en la urna», pues 'la corrección en términos de equidad de género debe hacerse siempre en términos de paridad de candidaturas, pero no se puede intervenir en la voluntad del elector'.

Hube coincide en que será un tema del debate constitucional, 'sin perjuicio de que creo que es un asunto que no necesariamente debería estar establecido en la Constitución, sino que más bien en normas de rango legal, que son perfectamente abordables hoy'.

A juicio de Miriam Henríquez, decana de Derecho de la U. Alberto Hurtado, 'debiera considerarse una norma constitucional que asegure la igualdad entre hombres y mujeres en todos los planos del acontecer público y privado'.

Recuerda que actualmente la Carta Fundamental reconoce el derecho a la igualdad, pero 'una nueva Constitución podría establecer además el derecho a la no discriminación arbitraria, señalando como categoría, el factor género'.

Aquello, agrega Henríquez, 'dispensaría una doble protección a los derechos de las mujeres'.

Agrega que la discusión constitucional debe incluir 'mecanismos que propicien la participación de las mujeres de manera equilibrada con los hombres, a fin de que no se reitere la constante de la inequitativa conformación que actualmente padecen los órganos colegislativos, en los cuales la sobrerrepresentación de los hombres y la subrepresentación de las mujeres impiden ponderar con justicia y precisión las legítimas demandas del actual movimiento feminista'.

Aborto Más allá de sus posición, Hube considera que debe ser parte del debate. 'Sin duda la discusión si es que la ley protege la vida del que esté por nacer y eventualmente una reestructuración de eso (a partir de lo que el TC ya resolvió en relación de considerar que las tres causales sí son constitucionales) creo que va a ser materia de debate ese punto'.

Por su parte, Peña considera que no hay que incluir este tema en la Constitución: 'Sé que es una reivindicación importante para muchas mujeres, pero para mí se produce un conflicto insalvable entre dos vidas humanas, la que se gesta desde el momento de la concepción y la vida de la madre', señala.

Para Busch 'los derechos sexuales y reproductivos, como derecho a salud de las mujeres y también como su autodeterminación, van a estar dentro de la discusión. Sin embargo, creo que la regla de 2/3 que se ha establecido para la toma de decisiones, los hace más difícil'.

 

Ejecutivo y Legislativo: mujeres ganan 50% menos que hombres

Aunque la brecha salarial entre hombres y mujeres ha disminuido, pasando de 36,4% el año 2000 a 23,1% en 2017, en por lo menos siete de diez grupos ocupacionales las diferencias son mayores.

Así lo arrojó un análisis realizado por Jorge Hermann y Alejandra Jáuregui, de la unidad de estudios de la Subsecretaría del Trabajo, quienes utilizaron como base de datos la Encuesta de Caracterización Socioeconómica (Casen) 2017.

Según la información reportada por los encuestados, entre los miembros de los poderes Ejecutivo y Legislativo, y directores tanto de empresas públicas como privadas, se observa la mayor diferencia: las mujeres ganan 50,1% menos que sus pares hombres. De todos modos, el estudio acota que solo 4,7% de las trabajadoras es parte de esta categoría.

Por ejemplo, según información disponible en Transparencia Activa a enero de 2020, solo dos de los 12 secretarios regionales ministeriales de Minería obtienen mensualmente menos de $4 millones: Daniela Kunstamm (Los Ríos) y Mauricio Valencia (Arica y Parinacota). La primera —única mujer en este grupo— es quien recibe el sueldo más bajo entre ellos ($3,4 millones brutos mensuales), mientras que en el extremo superior se ubica el seremi de Magallanes, Carlos Quezada ($4,9 millones).

Otros grupos con una brecha superior a 23% son 'oficiales, operarios y artesanos' (46,4%) y 'comerciantes y vendedores' (30,4%), rubro donde se desempeña una mayor cantidad de mujeres.

Diferencias por hora

Bajo condiciones similares, dice el estudio, sería esperable que a igual cantidad de horas trabajadas por mujer se observe un salario igual al de un hombre.
Sin embargo, las estadísticas muestran que la remuneración por hora recibida por trabajadora es 17,4% menor al de un hombre de iguales características. Este indicador, de acuerdo al documento, está en su mínimo histórico.

En cuanto a las regiones, Antofagasta presenta la mayor brecha salarial —en desmedro de las mujeres— entre los asalariados (31,3%), seguida por Magallanes (25,3%) y Atacama (22,8%).


'Los derechos sexuales y reproductivos, como derecho a salud de las mujeres y también como su autodeterminación, van a estar dentro de la
discusión'

Tania Busch, Profesora de Derecho Constitucional en la U. Andrés Bello.
K. Rubilar y marcha 8M

'Es la más grande que hemos tenido'

La vocera de Gobierno, Karla Rubilar, discrepó de la cifras que entregó Carabineros sobre la participación en la manifestación por el día de la mujer de ayer. 'Yo parto catalogándola como la marcha del 8 de marzo más grande que hemos tenido. Por tanto, parto de la base que es más grande que la del año pasado que fue cifrada por Carabineros en cerca de 200 mil mujeres' dijo Rubilar esta mañana al participar en el programa Bienvenidos de canal 13.

La ministra —que el año pasado era intendenta metropolitana estimó que, por lo menos, asistieron 500 mil personas: 'Sin contar las que entraban y salían durante todo el día, en el momento peak sumado no puede haber habido menos de medio millón de mujeres. Entre entrada y salida de mujeres, cerca de las 800 mil', aseguró contrastando con las 150 mil que estimó Carabineros.

'El trabajo de las mujeres que han optado libremente por la opción familiar debe ser reconocido'
Marisol Peña, exministra

T. Constitucional '(Paridad electoral) es un asunto que no necesariamente debería estar establecido en la Constitución'
Constanza Hube, Profesora de Derecho Constitucional UC.

Trabajo no remunerado de mujeres sería el 22% del PIB

En el marco de las movilizaciones masivas de estos días, ComunidadMujer presentó hoy un estudio inédito en Chile, que pretende estimar el valor económico de las tareas de trabajo doméstico y de cuidado no remunerado (TDCNR), en su mayoría realizado por mujeres.

La investigación llamada '¿Cuánto aportamos al PIB?' cruzó datos de la Encuesta Nacional sobre Uso del Tiempo (ENUT), la Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (CASEN) y el PIB, todas del 2015, para reflejar lainformación que actualmente no es considerada dentro de dichos estudios.
Los resultados que arroja el informe confirman la gran importancia que tiene el TDCNR tanto en el uso del tiempo, como en términos monetarios. Se revela, en primer lugar, que del total de horas de trabajo productivo, la mayor proporción corresponde al trabajo doméstico y de cuidado no remunerado (53%), y que a diferencia de las otras actividades es desarrollado mayoritariamente por mujeres (71%).

El valor económico del TDCNR alcanzó a 44.492 mil millones de pesos en 2015, año en que el PIB Ampliado fue de 204.000 mil millones de pesos, es decir, un 28% más que el PIB corriente a esa fecha. Por lo tanto, este trabajo equivaldría al 22% del PIB Ampliado, lo que supera la contribución de todas las otras ramas de actividad económica.

En ese sentido, tendría casi el doble de importancia económica que el valor de los 'Servicios financieros y empresariales' (11,8%), cuatro veces lo que aporta 'Construcción' (5,1%) y casi ocho veces lo del sector 'Agropecuario, Silvícola y de Pesca' (2.8%).

Para ComunidadMujer es importante enfatizar en el valor de este trabajo: 'El gran peso del trabajo doméstico y de cuidado no remunerado en la economía no se condice con la poca valoración social que tiene, con la carencia de herramientas adecuadas para medirlo, con la ausencia de políticas para mejorar las condiciones en que se realiza ni con la falta de esfuerzos destinados a desproveerlo de los sesgos de género que aún imperan', explicó Alejandra Sepúlveda, directora ejecutiva de la organización.