El Mercurio / Radio Cooperativa
Ministerio Público indicó que no se lograron recopilar elementos para una acusación. En otro proceso se ha formalizado a personas que difundieron imágenes de la víctima.
'No se ha logrado recopilar en la presente investigación antecedentes suficientes para fundar una acusación'.
La frase es parte del texto ingresado el pasado 25 de septiembre ante el 7° Juzgado de Garantía de Santiago por el fiscal Claudio Orellana, de la Fiscalía Regional Metropolitana Sur.
Con este argumento, el Ministerio Público comunicó que no perseverará en la investigación por la muerte —provocada por un artefacto explosivo— de Sergio Landskron, en el barrio Yungay, en 2014.
El 25 de septiembre de ese año, días después del ataque ocurrido en la Escuela Militar, frente a la sede de la Asociación de Funcionarios Penitenciarios (Anfup), en calle Santa Mónica, Landskron recogió una mochila que contenía una bomba que le quitó la vida al manipularla en la intersección de las calles García Reyes con Erasmo Escala, en el tradicional barrio de Santiago Centro.
Debido a la explosión, Landskron perdió masa encefálica y sufrió amputaciones en sus manos. El joven de 29 años murió envuelto en llamas, transformándose en la primera víctima fatal de un artefacto explosivo colocado por terceros tras la vuelta de la democracia.
Tras esto se inició una investigación. El Ministerio del Interior de la época y la Clínica Jurídica de la Universidad Católica se hicieron parte de la causa a través de querellas.
La solicitud de la fiscalía coincidió con los cinco años de ocurrido el hecho. La audiencia para comunicar formalmente esto quedó fijada para el próximo 19 de noviembre.
'No le encuentro lógica'
'Encuentro que está malo (...), no le encuentro lógica'.
Así reaccionó el padre del fallecido, también llamado Sergio, al conocer la decisión de la fiscalía. Agrega que no entiende cómo en otras causas sí se han logrado detenidos, pero no en esta. Al tiempo que recuerda una ceremonia familiar que le hicieron el día de 25 de septiembre, al cumplirse cinco años de la muerte de su hijo.
María Elena Santibáñez, directora de la Clínica Jurídica de la Universidad Católica y querellante en la causa, opina que 'me parece que es una decisión que corresponde en un caso así, pues no es una decisión apresurada, y fue luego de varios años de indagatorias, agotando todas las diligencias posibles'.
La frase es parte del texto ingresado el pasado 25 de septiembre ante el 7° Juzgado de Garantía de Santiago por el fiscal Claudio Orellana, de la Fiscalía Regional Metropolitana Sur.
Con este argumento, el Ministerio Público comunicó que no perseverará en la investigación por la muerte —provocada por un artefacto explosivo— de Sergio Landskron, en el barrio Yungay, en 2014.
El 25 de septiembre de ese año, días después del ataque ocurrido en la Escuela Militar, frente a la sede de la Asociación de Funcionarios Penitenciarios (Anfup), en calle Santa Mónica, Landskron recogió una mochila que contenía una bomba que le quitó la vida al manipularla en la intersección de las calles García Reyes con Erasmo Escala, en el tradicional barrio de Santiago Centro.
Debido a la explosión, Landskron perdió masa encefálica y sufrió amputaciones en sus manos. El joven de 29 años murió envuelto en llamas, transformándose en la primera víctima fatal de un artefacto explosivo colocado por terceros tras la vuelta de la democracia.
Tras esto se inició una investigación. El Ministerio del Interior de la época y la Clínica Jurídica de la Universidad Católica se hicieron parte de la causa a través de querellas.
La solicitud de la fiscalía coincidió con los cinco años de ocurrido el hecho. La audiencia para comunicar formalmente esto quedó fijada para el próximo 19 de noviembre.
'No le encuentro lógica'
'Encuentro que está malo (...), no le encuentro lógica'.
Así reaccionó el padre del fallecido, también llamado Sergio, al conocer la decisión de la fiscalía. Agrega que no entiende cómo en otras causas sí se han logrado detenidos, pero no en esta. Al tiempo que recuerda una ceremonia familiar que le hicieron el día de 25 de septiembre, al cumplirse cinco años de la muerte de su hijo.
María Elena Santibáñez, directora de la Clínica Jurídica de la Universidad Católica y querellante en la causa, opina que 'me parece que es una decisión que corresponde en un caso así, pues no es una decisión apresurada, y fue luego de varios años de indagatorias, agotando todas las diligencias posibles'.
Sincera, además, que desde su experiencia, 'no es una decisión que me guste, pero es una decisión que corresponde'.
No obstante, asegura que también es importante destacar que 'si aparecieran antecedentes posteriores' a esta determinación, 'se podría formalizar a un responsable o al grupo responsable'.
Difusión de imágenes
Santibáñez resalta, de todos modos, que sí ha tenido éxito la indagatoria paralela al caso, por la difusión de imágenes de la víctima del bombazo.
Durante los días siguientes a la detonación, a través de mensajes y por redes sociales, se compartieron imágenes de Landskron en las cuales aparecía siendo llevado en ambulancia a la Posta Central, luego en un box de recuperación y, ya muerto, en un lugar donde se guardan los cadáveres. Debido a la difusión fue formalizado en 2015 un joven de 22 años, funcionario de la Dirección General de Aeronáutica, quien confesó que las imágenes le llegaron a su celular y él las difundió. También fue formalizado un doctor de la Posta Central.
En agosto de este año, el carabinero Daniel Valdivia miró de frente al padre de Sergio Landskron y le pidió disculpas. Era parte de lo que debía efectuar de forma inmediata ayer en el 7° Juzgado de Garantía de Santiago para iniciar así la suspensión condicional del proceso en su contra.
El uniformado fue imputado por difundir imágenes del joven tras la detonación de la bomba. Según la fiscalía, el carabinero y otras dos personas sacaron fotos y videos de Landskron mientras era derivado a urgencias tras la detonación del artefacto.
El funcionario aseguró, eso sí, al término de dicha audiencia, que no fue él quien capturó las imágenes de Landskron.
No obstante, asegura que también es importante destacar que 'si aparecieran antecedentes posteriores' a esta determinación, 'se podría formalizar a un responsable o al grupo responsable'.
Difusión de imágenes
Santibáñez resalta, de todos modos, que sí ha tenido éxito la indagatoria paralela al caso, por la difusión de imágenes de la víctima del bombazo.
Durante los días siguientes a la detonación, a través de mensajes y por redes sociales, se compartieron imágenes de Landskron en las cuales aparecía siendo llevado en ambulancia a la Posta Central, luego en un box de recuperación y, ya muerto, en un lugar donde se guardan los cadáveres. Debido a la difusión fue formalizado en 2015 un joven de 22 años, funcionario de la Dirección General de Aeronáutica, quien confesó que las imágenes le llegaron a su celular y él las difundió. También fue formalizado un doctor de la Posta Central.
En agosto de este año, el carabinero Daniel Valdivia miró de frente al padre de Sergio Landskron y le pidió disculpas. Era parte de lo que debía efectuar de forma inmediata ayer en el 7° Juzgado de Garantía de Santiago para iniciar así la suspensión condicional del proceso en su contra.
El uniformado fue imputado por difundir imágenes del joven tras la detonación de la bomba. Según la fiscalía, el carabinero y otras dos personas sacaron fotos y videos de Landskron mientras era derivado a urgencias tras la detonación del artefacto.
El funcionario aseguró, eso sí, al término de dicha audiencia, que no fue él quien capturó las imágenes de Landskron.
