El Mercurio
Señor Director:
Con profundo desconcierto me he impuesto de las críticas que ha producido el nombramiento del abogado Benjamín Salas como Senior Officials Meeting de la Cumbre del APEC que tendrá lugar en nuestro país en noviembre próximo. Algunos parlamentarios han llamado la atención sobre la falta de experiencia y calidad jurídica de este abogado egresado de nuestra universidad.
Respondo a esas críticas afirmando la indiscutible preparación jurídica de Benjamín Salas, a quien conozco desde hace años, por haberse desempeñado como ayudante en la cátedra de Derecho Internacional Público que imparto en la Pontificia Universidad Católica de Chile. Llegó a esa posición, pese a no haber sido mi alumno, debido a sus excelentes calificaciones y al rol destacadísimo que jugó liderando el equipo de la universidad que obtuvo el primer lugar en la competencia internacional Jessup sobre casos prácticos de Derecho Internacional y que se realiza anualmente en Washington D.C.
En la cátedra no solo demostró sus condiciones docentes, sino que una preparación sobresaliente en el manejo de la jurisprudencia internacional más destacada así como en su análisis, lo que llamaba la atención por su corta edad. Al mismo tiempo, junto a Elisa Zavala, fue nombrado profesor de un curso especial impartido por nuestra Facultad de Derecho para preparar a los alumnos que competirían en los sucesivos certámenes de la Jessup. Examiné a varios de esos grupos y fui jurado de la competencia nacional que tuvo lugar en el Tribunal Constitucional en el año 2017, comprobando el alto nivel de preparación que mostraban los alumnos de la UC gracias al entrenamiento de Benjamín y Elisa.
Sostener hoy que a Benjamín le falta preparación para enfrentar el desafío de coordinar la próxima Cumbre de la APEC es profundamente injusto y solo se explica por una inadecuada investigación sobre su brillante carrera profesional, que incluye, además, haber formado parte del equipo con que la Cancillería enfrentó la demanda peruana por el límite marítimo en el norte de nuestro país. Esos parlamentarios, más bien, debieran estar preocupados de cómo lograr acercar a más jóvenes como Benjamín Salas a los desafíos que demanda el servicio público.
