La Tercera
Anteproyecto consideró las propuestas de gobiernos anteriores. Reforma al sistema de penas supone un cambio al modelo judicial.
Algunos llegaron en persona, otros participaron por videoconferencia. Así se concretó la reunión entre el ministro de Justicia, Hernán Larraín, y representantes de 36 facultades de Derecho de universidades del país. El objetivo del encuentro fue presentar en sociedad el anteproyecto de Código Penal, elaborado desde la secretaría de Estado y con la participación de un grupo de expertos.
La propuesta contempla los anteproyectos preparados durante los últimos dos gobiernos -Bachelet y Piñera -, además del aporte de los miembros de la comisión que inició el estudio durante este año.
'Hemos abierto un proceso de participación prelegislativa. El proyecto de la comisión lo estamos sometiendo a consulta, para a través de las facultades de Derecho llegar a toda la comunidad y, en general, al mundo jurídico', señaló Larraín.
Además, el anteproyecto iniciará una etapa de estudio interministerial, a objeto que cada secretaría de Estado aporte en los aspectos de su incumbencia. No obstante ello, a partir del 22 de octubre se constituirá una mesa de enfoque de género con el Ministerio de la Mujer. En tanto, las universidades tendrán hasta el 29 de noviembre para presentar sus observaciones.
Sin embargo, será el Ejecutivo quien tome cada una de las propuestas, para así elaborar su propio proyecto de Código Penal, el que ingresaría al Congreso en enero de 2019.
Renée Rivero, decana (S) de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, anunció que crearán 'una comisión revisora integrada por profesores penalistas y procesalistas'. No obstante, aseguró que es 'fundamental que el gobierno realice esta tarea coordinadamente con la revisión al Código Procesal Penal y que no vaya en desmedro del impulso dado a la Reforma Procesal Civil, tan urgente para nuestro país'.
Nuevo sistema de penas
El cambio más radical que propone el anteproyecto es el nuevo sistema de penas, el que se expresaría en años y no en denominación como en la actualidad. Es decir, y como ejemplo, se pasaría a castigos puntuales de dos a seis años y no 'presidio menor en su grado máximo'. 'Estamos interesados en un cambio sustantivo al sistema de penas, algunas no tan significativas en su dimensión, pero sí cuando se determine que una persona es condenada a presidio, esta será una pena efectiva', dijo Larraín.
La autoridad explicó que hoy una persona puede ser condenada a cinco años y no pasar un día en la cárcel. 'Con los cambios, podrá ser penada a uno o dos, pero será efectivo', agregó.
En opinión de Magdalena Ossandón, directora de la Escuela de Derecho de la Universidad Católica, 'ha llamado la atención el cambio al sistema de determinación de las penas. Es un cambio tan radical que espero se comunique y se entienda bien. Van a surgir críticas apresuradas, sobre qué es más severo o más garantista, pero como es un sistema radicalmente distinto, no se puede enjuiciar antes de estudiarse bien'.
