La Segunda
En un hito —en los 195 años de historia de la Corte Suprema— se transformaría la llegada de la abogada y académica de la UC Angela Vivanco al máximo tribunal. Si el Senado ratifica la propuesta del Presidente Piñera, que es lo más probable, Angela Vivanco (55) no sólo se convertirá en la integrante más joven en la cúspide del Poder Judicial, sino que además permitirá que por primera vez las mujeres sumen ahí seis representantes; es decir, el 29% de los 21 magistrados. A nivel político, la incorporación de Vivanco no implicará ningún cambio, pues, además de ser elegida en el cupo de abogado externo que dejó Patricio Valdés, tiene un perfil similar, aunque a ella se la considera una conservadora con airesliberales , teniendo en cuenta que su primer matrimonio terminó en divorcio. Una vez en la Suprema, lo más probable es que Vivanco integre la Tercera Sala dedicada a materias constitucionales. Esa es su especialidad, la que aprendió de José Luis Cea de quien fue su ayudante en Derecho de la UC.
"Es muy inteligente, algo que se nota en la elocuencia de sus alegatos, y porque además de su ejercicio profesional nunca ha dejado de publicar", afirma el constitucionalista DC Patricio Zapata, quien la conoció como ayudante de Cea.
Entre sus compañeros de generación en la Facultad de Derecho figuran el ex rector de la Finis Terrae Nicolás Cubillos, la experta en derecho canónico Ana María Celis y la ex intendenta y actual senadora Luz Ebensperger (UDI), entre otros.
Litigante con fama de matea
Previo a la votación de su nombre en la Sala del Senado, Angela Vivanco deberá comparecer el próximo 20 de junio ante la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia, donde es rostro conocido porque ha ido a exponer allí sobre diversos proyectos y materias de su especialidad. En uno de los temas donde tuvo especial protagonismo fue en la tramitación del proyecto de interrupción voluntaria del embarazo en tres causales, donde asesoró a los congresistas que se oponían a la iniciativa.
Alegó en febrero de este año el recurso judicial de la Universidad Católica para defender la objeción de conciencia institucional y con ello poder seguir recibiendo recursos públicos por los convenios con el sector público, algo que impedía el protocolo dictado por el gobierno pasado. Dicho recurso fue retirado tras el cambio de mando después que la administración de Piñera modificara el protocolo.
Antes, la abogada había representado a parlamentarios de la centroderecha litigando ante el Tribunal Constitucional en un requerimiento donde se planteaba que el proyecto de aborto en tres causales era contrario a la Carta Fundamental. Finalmente, el TC desechó el recurso y validó la iniciativa legal, aunque acogió parcialmente el referido a la objeción de conciencia, admitiendo que ésta podía ser institucional y no sólo personal.
Esas batallas llevaron a que, una vez nominada por Piñera, la abogada fuera motejada por el senador Alejandro GuiIler como una persona con "posiciones valóricas muy conservadoras". Pero entre sus cercanos, se ha definido como católica, "aunque con una visión ponderada, no activista ni ultraconservadora".
La fama de matea la acompaña desde la universidad, donde su tesis para titularse en 1986 sobre la libertad de expresión terminó como libro de consulta académica sobre el tema.
Egresó de un magíster en ciencias políticas en la misma UC y luego hizo un doctorado en la Universidad de la Coruña, sin dejar de trabajar y teniendo familia. Escogió el plantel gallego precisamente porque allí existe una especialidad en bioderecho y derechos humanos. Hoy los alumnos de la Católica estudian su Curso de Derecho Constitucional en tres tomos.
Fue precisamente ese trabajo académico y la extensa bibliografía que ha escrito, más que los nexos políticos, los que la catapultaron en los últimos meses a ser la candidata del gobierno en el TC y, paralelamente, en la Suprema.
Su fugaz paso por la política
En 1995 se transformó en la segunda mujer desde el retorno a la democracia (junto a Gladys Marín en el PC) en presidir un partido, la Unión de Centro Centro (UCC), donde enfrentó el desdén de una élite poco acostumbrada a la presencia femenina.
Transitó desde las empresas de Francisco Javier Errázuriz —era fiscal de AFP Planvital— a la colectividad creada por el controvertido empresario. La vinculación con éste y la atractiva imagen de la joven política llevaron a dirigentes de la época a tratarla con condescendencia.
Ninguno que no terminó cuando al año siguiente renunciara a la UCC y emigrara a RN, donde trabajó en la unidad de fiscalización del Instituto Libertad y fue candidata sin éxito a diputada en el distrito de La Cisterna-San Ramón. En una entrevista con el cuerpo de Reportajes de El Mercurio, el periodista le pregunta si no se convirtió en una "ahijada predilecta" de Andrés Allamand, entonces timonel de RN. "Para nada, lo que existe es identidad de pensamiento político (...), pero nada de ahijadas ni padrinos", respondió.
El 2002 declaró a la Revista Sábado de El Mercurio que había decidido dejar la política, "porque no estoy dispuesta a condicionar ninguna opinión ni postura mía a las de intereses políticos contingentes".
Se batió con Yerko Puchento
Sus amigos destacan que le gusta la música (sobre todo de Los Beatles), la pintura, la literatura, y que en su poco tiempo libre aprovecha de leer novelas policíacas. Su autora favorita es Camilla Lackberg, consagrada escritora sueca cuyas historias de crímenes han sido best sellers, premiadas en Europa y algunas llevadas con gran éxito a la televisión.
La jurista es también una experta en libertad de expresión: tiene acreditados numerosos papers académicos y trabajó más de once años como abogada de Anatel, donde, entre otras materias, tuvo un rol destacado de asesoría en la normativa sobre televisión digital.
De hecho, en junio del 2016, en una columna en el sitio web El Líbero, criticó duramente las rutinas de Yerko Puchento, señalando que "la majestuosa libertad de expresión, que tanto ha costado a varias generaciones de chilenos, no debería terminar siendo el juguete del bufón de palacio".
No ha eludido otras polémicas. Una columna publicada en junio de 2016 en El Mercurio donde critica la vasta judicialización por el aumento de precios en los planes de las isapres llevaron a Fernando Atria a enviar una carta instándola a transparentar que las isapres han sido clientes suyas. "Cuando comente temas de interés público sería recomendable que se documentara sobre la trayectoria académica de sus autores para mantener las claves propias de los debates intelectuales, y no otras improcedentes", le replicó Vivanco en otra carta.
