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Facultades top

¿De dónde egresan los abogados jóvenes con los mejores sueldos de Chile? Esa fue la interrogante que se planteó Idealis Legal Recruitment, consultora especializada en reclutar a estos profesionales.

Así quedó el top de las facultades de Derecho, en este orden: U. Católica, U. de Chile, U. de los Andes, U. Diego Portales, U. Adolfo Ibáñez (campus Santiago) y U. del Desarrollo.

Para armar su estudio, Idealis entrevistó a 2.000 abogados junior que ejercen en Santiago, a quienes se les consultó sobre sus sueldos líquidos al primer y tercer año desde su titulación. Al comienzo, un abogado gana $1.200.000 líquidos mensuales en promedio si salió de la PUC y $900.000 si salió de la UDD. Con 3 años de experiencia, la brecha se amplía: el de la UC se pega un salto y promedia sueldos de $2.500.000; el de la UDD, se frena en $1.200.000.

La gran brecha

¿Por qué tanta diferencia? Responde Felipe Lavín, director ejecutivo de la reclutadora: 'El abogado empieza a cumplir tareas más exigentes al tercer año y en ese momento importa mucho su formación, lo que tiende a reflejarse en la universidad en que estudió. A los empleadores les da la sensación de que si el abogado salió de una de las mejores universidades está bien formado, por lo que se le puede pedir un desafío más complejo y por lo tanto es mejor valorado'.

Desde su experiencia como headhunter, Lavín cuenta que recién cuando un abogado tiene entre 10 y 15 años de experiencia ya deja de importar tanto de qué universidad salió. Entonces se valora más la experiencia, aunque igual existen empleadores quisquillosos que siguen considerando la universidad de origen.

¿Meritocracia?

Los mejores sueldos en esta área corresponden a dos tipos de empleadores: por un lado, prestigiosos estudios de abogados; por otro, las gerencias legales de grandes compañías.

Lo contextualiza Rafael Mery, profesor e investigador de la Facultad de Derecho de la UDP: 'La selección de nuevos abogados, si bien cada día es más meritocrática, se ve muy influenciada por la cuna del abogado; se prefieren abogados que provienen de colegios de elite y cuyo capital cultural y social sea más sofisticado. Son abogados que en general hablan inglés y están dotados de habilidades que las facultades de Derecho no son capaces de compensar'.

El académico reconoce que, en ese contexto, los titulados de la UC, la U. de los Andes y un grupo importante de la U. de Chile tienen ventajas por sobre el resto. 'Se trata en general de abogados que obtuvieron los mejores puntajes en la PSU y cuentan con una formación de excelencia, pero tiene que ver más con que su origen les permite acceder a las mejores posiciones. Un alumno que no provenga de los colegios de elite y con un desempeño sobresaliente en su etapa universitaria puede romper este círculo: son casos excepcionales, aunque cada día más comunes'.

También, claro está, incide el rendimiento profesional. 'Si un abogado joven logra demostrar su valía puede optar a ascensos, traslados y mejores sueldos; otros factores que contribuyen son las capacitaciones y postítulos, como diplomados y maestrías', detalla Néstor Milano, director ejecutivo de Laborum.com.

Regiones invisibles

La muestra de Idealis se enfoca en abogados que estudiaron y trabajan en Santiago. 'Los alumnos de regiones son invisibles en Santiago. Hay universidades excelentes, como la Universidad de Talca, la Austral de Valdivia, la Católica de Valparaíso o la Católica del Norte, pero para los socios de los grandes estudios jurídicos o los gerentes legales es como si no existieran. Privilegian saber el colegio de donde salieron y las redes de contacto, que eventualmente les sirven para que compartan los mismos códigos culturales con los clientes, o porque se aseguran de que saben inglés', analiza Sofía Martin abogada, especializada en mercado legal.

Mery, de la UDP, recalca que hoy el mercado laboral para los abogados es mucho más competitivo que hace 10 años. 'Los tiempos en que una persona podía hacer fortuna de la profesión legal me parece que van quedando atrás', dice. Su consejo para un estudiante que piensa estudiar Derecho es no plantear su formación únicamente en el mundo jurídico, sino complementarla con idiomas, management y economía, en incluso en cuestiones que harán la diferencia a futuro, como programación o temas ligados a la tecnología.

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