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Hoy somos mucho más conscientes que antes del peligro de beber alcohol y manejar, y también de las penas altísimas que conlleva. Pero si el objetivo del legislador era reducir las muertes por accidentes de tránsito, nos ha hecho caer en una trampa.
Según Carabineros, la principal causa de muerte por accidentes de tránsito es la imprudencia del chofer sobrio y no bajo efecto del alcohol (34% de las muertes al año); luego viene la imprudencia del peatón (26%). Conducir bajo el efecto del alcohol es sólo responsable del 9% de los fallecidos. Es decir, en Chile hay más muertes y lesionados graves por culpa de los peatones (512 fallecidos) que por consumir alcohol al conducir (224).
No hay duda de que hemos reducido las muertes por manejar y tomar. ¿Pero qué estamos haciendo para evitar el otro 91%? Hoy mueren más personas al año por cruzar la calle fuera del paso de peatones que por manejo en estado de ebriedad. ¿Ha visto usted alguna campaña para reducir estas muertes?
La Ley de Tolerancia Cero y la Ley Emilia generan una falsa seguridad al ver reducidas las muertes por alcohol desde su vigencia, mientras el número de accidentes y fallecidos por otras causas se mantiene constante o al alza. Es urgente mejorar la educación vial de conductores y peatones, para así salir de la trampa de creer que las leyes y penas más altas solucionan todos nuestros problemas.
