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Claudio Valdivia Rivas foto perfil

La peor maldición para un gendarme recién egresado de la escuela de formación de suboficiales, cuenta Joe González, presidente de la asociación de funcionarios de la entidad, no es ser destinado a ese infierno en la Tierra que es la ex Penitenciaría o a Colina I o II, sino a Antofagasta. No a la cárcel de Antofagasta, sino a la ciudad misma, una de las más caras del país.

Un gendarme comienza ganando unos 450 mil pesos y en el puro arriendo de un departamento en esta ciudad ya se va más de la mitad del sueldo. Algo similar ocurre en las demás ciudades mineras del norte, Copiapó y Calama. "A cualquiera que quiera formar una familia o simplemente llevarse a su señora, se le hace muy difícil porque en estas ciudades no les alcanza la plata. Todos quieren arrancar de allí", dice González.

Para que un funcionario sea trasladado a otra ciudad existen dos mecanismos. Uno es enviando una solicitud a la Dirección Nacional explicando las razones del cambio. Nadie se hace muchas ilusiones con este trámite porque por lo general es rechazado. El segundo es conocido con el término de permuta y está reglamentado en el Estatuto Administrativo.

El artículo 92 de este reglamento permite que un funcionario de Gendarmería pueda trasladarse a otra ciudad, siempre y cuando encuentre a un funcionario de aquella ciudad que quiera enrocarse con él. Es decir, para que un gendarme logre ser trasladado, por ejemplo, de Antofagasta a Rancagua, debe encontrar a un funcionario de Rancagua que quiera trasladarse, alegremente, a Antofagasta. Por supuesto, nadie salta como trampolín ofreciéndose para el trasladado.

"Es entonces cuando surge un asunto que hemos venido denunciando hace años, que son las dádivas", dice González. "Hemos sabido de casos de funcionarios que han ofrecido autos y hasta montos de tres millones de pesos a otro funcionario para lograr el traslado".

En tiempos remotos, esta famosa permuta se ofrecía en el rústico diario mural de cada sede regional. Pero ahora las ofertas aparecen por borbotones en Facebook. "Permutas Gendarmería de Chile", "Gendarmería Permuta", "Permutas para todos", "Gendarmes de Chile Permutas", son algunas de las cuentas de Facebook donde se pueden ver este tipo de ofrecimientos. Muchos lo justifican.

Un funcionario identificado como Gonzalo posteó en uno de estos sitios: "Si alguien quiere irse a su ciudad y la institución le pone trabas, no queda otra más que pagar. ¿Esperar eternamente un traslado? Imposible. La familia es lo primero".

El director nacional de Gendarmería, Tulio Arce, considera el pago por los traslados "inaceptable" y anunció que ya se está investigando el caso a través del Departamento de Análisis Penitenciario (DIAP).

Claudio Valdivia, director del Departamento de Práctica y Asistencia Legal de la Facultad de Derecho de la UC, adelanta que los funcionarios públicos tienen la prohibición de recibir cualquier tipo de dádiva u obsequio y que en este caso se podría hasta configurar el delito de cohecho. "Pero habría que conocer más antecedentes", advierte.