Diario Financiero

Juan Emilio Cheyre 158x158 2

Como "graves" calificó el director del Centro de Estudios Internacionales de la Universidad Católica (Ceiuc), Juan Emilio Cheyre, los dichos del presidente Ollanta Humala en una declaración conjunta con Bolivia realizada el martes.

El también ex comandante en jefe del Ejército, está celebrando por estos días los nueve años del centro académico que dirige desde su oficina en la Casa Central de la UC, con el foco puesto en temas como la integración regional y con Asia; avances en probidad y buen gobierno; y cómo las relaciones internacionales pueden contribuir al desarrollo integral de Chile.

En esta línea, el experto defiende procesos de integración como la Alianza del Pacífico y el Acuerdo Transpacífico (TPP). Desde el Ceiuc también apoya la visión de "convergencia en la diversidad" planteada por la Cancillería, en la relación entre la Alianza del Pacífico y el Mercosur.

- ¿Cómo evalúa las declaraciones peruanas respecto de la demanda boliviana y cómo afectará esto las relaciones con Perú?

- Son graves. Interfieren en asuntos de carácter bilateral entre Bolivia y Chile, demuestran la persistente actitud de enrarecer una relación estable y armónica con Chile, desaprovechan múltiples espacios para avanzar con fuerza hacia objetivos comunes que exigen confianza y respeto; construyen barreras que frenan un trabajo compartido. Esta forma de actuar del Perú post La Haya demuestra que desgraciadamente se está dando la aprensión de que, tras la solución del diferendo del límite marítimo, el Perú persistiría en su política de reivindicaciones con Chile.

- ¿Respalda la decisión de Chile de no reunirse con el presidente Humala y cuáles deberían ser los pasos a seguir de parte del gobierno?

- Por supuesto, hasta que no se aclaren, como lo ha demandado la Cancillería, el sentido y alcance de las declaraciones. Más que pasos vinculados específicamente a este nuevo episodio, hace tiempo planteo que con el Perú debería buscarse, en un trabajo compartido, un acuerdo para establecer el detalle de una arquitectura de un nuevo tipo de relación. Es lo que hicieron Chile y Argentina post conflicto del Beagle y que se materializó en el Tratado de 1984 firmado en Montevideo y que Perú concretó con el Ecuador post conflicto del Cenepa. Un marco de referencia de ese tipo evitaría la seguidilla de acciones hostiles del Perú, que enrarecen una relación armónica y detienen iniciativas de integración absolutamente convenientes para ambos países.

-¿Y la relación con Perú como socio de la Alianza del Pacífico?

- El estar en la Alianza del Pacífico es un activo, mientras más socio es uno, más racional se torna la relación.

- En el mismo frente, ¿Cómo ve la relación con Bolivia en medio de la demanda de este país en La Haya?

- Creo que la gran aspiración de Chile es un buen vínculo con Bolivia. En mi perspectiva, de las relaciones vecinales, una buena relación debería tener la primera prioridad tanto para Bolivia como para Chile. Bolivia tiene mucho que ganar con Chile y Chile tiene mucho que ganar con Bolivia. Creo que no hemos valorado bien las potencialidades positivas que tiene un buen vínculo con Bolivia, y por otra parte, Bolivia ha menospreciado la relación con Chile, la ha tensionado innecesariamente, la ha llevado a un nivel de conflicto en lugar de llevarla a un nivel de complementariedad y la ha hecho en estos momentos imposible.

- ¿Tras La Haya cómo seguirán las relaciones?

- Para poder contestar esa pregunta hay que esperar el resultado de La Haya. Ayudaría mucho el volver las cosas a su cauce normal, un vínculo bilateral basado en el Tratado de 1904, pero sin actores externos. Que se prolongue la controversia va a inmovilizar el vínculo con Bolivia al menos 10 años más.

- Siguiendo con los vecinos ¿cómo ve nuestro vínculo con Argentina?

- Con Argentina tenemos una relación que puede mucho más. El andamiaje de acuerdos abre espacios como los que cualquier país europeo podría tener para sus vínculos comerciales, de integración física y de otros tipos. El tema es que hay dos visiones de desarrollo, y eso ha frenado el vínculo, el cual aunque es muy bueno, no aprovecha todo lo que podría aprovechar en función de la tradición y del aparataje que viene del Tratado de 1984 y los tratados de Maipú. El nuevo embajador, José Antonio Viera-Gallo, está llamado a hacer un gran trabajo con Argentina.

Asía-Pacífico y TPP

- Uno de los frentes del Ceiuc es la integración con Asia. ¿Hemos avanzado lo suficiente en esto?

- El concepto de país plataforma en la región creemos que hay que aterrizarlo. Chile tiene la capacidad para esto, pero hay que ampliar el mercado asiático. En ese sentido el TPP es muy importante. Incluso se ha calculado que el éxito del TPP significaría un punto para el crecimiento del PIB Chile.

- Pero algunos han levantado dudas sobre la conveniencia para Chile

- En el mundo globalizado de hoy uno tiene cosas que ganar y cosas que perder, lo que hay que cuidar es que se hagan negociaciones inteligentes. Yo lo veo favorable para Chile, con un buen escenario. Lógicamente está la protección de los productos farmacéuticos, biológicos, pero tengo la convicción de que en la negociación se están protegiendo esos problemas.

- Tras la aprobación del "fast track" por parte del Senado de EEUU, ¿han aumentado las perspectivas de concretar el TPP este año?

- Han aumentado. Además yo veo que el TPP no es contradictorio a nuestra propia apertura comercial. No vamos a poner todas las fichas ahí. El desafío de Chile es hacer converger diversas formas de abrirse al mundo, que no son excluyentes unas de otras. El punto es la no exclusión, jugar en diferentes escenarios es posible para Chile, lo sabe hacer y es lo lógico.

- ¿Qué rol juegan en esto los proyectos de corredores bioceánicos?

- Son fundamentales, y en ese sentido el potenciamiento de los vínculos en la regiones IV y VI y en los estudios del paso a la altura de Mendoza son tremendamente importantes.

- Perú también apuesta por estos corredores, en lo que es una competencia directa para Chile. ¿Cómo podría nuestro país adelantarse?

- Con Argentina se ha avanzado mucho. El gran tema es acelerar los corredores del norte, porque Perú es un jugador que está apostando muy fuerte a esto y tiene grandes potencialidades para hacerlo. La salida con Brasil hay que jugarla, la salida de la soya de Argentina hay que jugarla y ese desafío es un tema de la mayor relevancia para Chile. Y hay que apurarlos, hay que pasar de la palabra a la acción y en ese sentido creo que estos tres pasos son muy importantes.

- ¿Cuál es el foco principal de la convergencia en la diversidad planteada por la Cancillería?

- El mundo de hoy se vincula además de las relaciones bilaterales, por bloques. Hay que potenciar a la Alianza del Pacífico, pero no vista como antagónica al Mercosur. Tiene que haber un acercamiento pragmático. Hay que tender no a la homogenización, pero sí a una visión compartida de más libertad, más democracia, mejores instituciones, más respecto a los derecho humanos, más seguridad. Ahí debe haber un rol más protagónico de Chile, porque Chile cree y practica todo eso.

Transparencia y probidad

-¿Qué riesgos ve en el escenario actual de escándalos de corrupción en distintos países de la región, incluido Chile?

- Es un riesgo y una tarea. A nosotros no nos puede ser indiferente que en países tan importantes como Brasil y Argentina exista lo que hemos visto y a otros países no le puede ser indiferente que en Chile hayan surgido los problemas que hemos conocido. El peligro es que esos problemas tiendan a profundizarse.

- ¿Cuál es la tarea de Chile en el tema?

- Chile, además de ordenar la casa en lo interno, tiene que velar por que esas nuevas buenas prácticas las compartamos. El trabajo que hay que hacer ahora es darle mucha visibilidad externa a las medidas correctivas y también a sus efectos. Hay que asegurar que esas medidas correctivas tengan resultados concretos, y mostrarlos.

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