La Tercera

Ricardo-Sande CADE-2014

Señor director:

Diversas han sido las opiniones expuestas en este medio respecto de la modificación del DFL Nº 2, aunque nos parece que no se ha profundizado en el significado de este gesto político. Ad portas de que se dicte una gran reforma de la educación, la Presidenta Bachelet concede a los líderes universitarios una petición emblemática de la izquierda estudiantil. Más allá de lo que opinemos de la medida, no podemos olvidar el objetivo y la consigna que la acompañan. Nos referimos al cogobierno en educación superior, logrado a través de un plan gubernamental que redefina nuestras universidades por ley. Es este y no otro el objetivo que persiguen quienes hoy lideran al movimiento estudiantil (a quienes Bachelet les hace un guiño).

Si buscamos calidad y equidad en el acceso no puede sino llamarnos la atención que una de las banderas de lucha sea una que, en la práctica, amenaza supeditar los fines universitarios a las voluntades políticas de los diversos grupos. El rol público, que hace valiosas a las instituciones de educación superior, pasa a segundo plano en razón de una visión política del proceso educativo. Esta es sólo una arista del tema que evidencia que el plan de los líderes del movimiento estudiantil y del gobierno poco tiene que ver con lograr una mejor educación.