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La eliminación del Fondo de Utilidades Tributarias (FUT) significará un verdadero "trasplante de columna" para el sistema tributario chileno, afirmó a Cooperativa Manuel Mánquez, académico de la Facultad de Derecho de la Universidad Católica y autor del libro "El nuevo escenario de los impuestos en Chile".

Mánquez aseguró que el proyecto firmado esta mañana por la Presidente Michelle Bachelet "de todas maneras es una reforma estructural", pero "particularmente" en lo relativo al FUT, "que se contempla aplicar desde el 2018 en adelante".

"Yo diría que ése es el cambio estructural que realmente amerita que a esto se le esté llamando reforma tributaria. Lo que se anunció hoy día en la mañana y que va a regir en este periodo de cuatro años yo diría que no tiene muchos elementos de cambio", salvo "un alza de tasas de impuesto que permiten una mayor recaudación", explicó.

Sin embargo, "para el año 2018, con este tema que se ha identificado como la eliminación del FUT; ahí definitivamente estamos en un trasplante de columna del sistema tributario chileno", afirmó el experto en GPS.

"A partir del 2018, de mantenerse toda la idea que hoy día sustenta esta reforma que se anuncia transitoriamente y después de manera permanente el 2018, las empresas terminarían pagando en Chile un impuesto del 35 por ciento. A eso caminamos, y yo diría que es lo que más asusta al empresariado, más que esta alza transitoria del 20 al 25 (por ciento)", afirmó.

La preocupación de las empresas

En 2018, cuando el Gobierno de Bachelet ya va estar "de salida", comenzará a operar esta medida, que, "de consolidarse", implicará que "las utilidades empresariales van a pagar de inmediato un impuesto a la renta donde ya no va a tener sentido dividirlo en Primera Categoría y Global Complementario. Ambos impuestos se van a aplicar en el mismo minuto y el impuesto, en ese minuto -cuya tasa es la preocupante para las empresas- va a ser el 35 por ciento, porque se bajó del 40 al 35, porque sino hubiera terminado siendo un 40", destacó Manuel Mánquez.

"Durante este periodo de cuatro años sí tiene sentido hablar de una Primera Categoría y de un Global Complementario, porque el FUT se mantiene y el FUT no es más que la atemporalidad de la aplicación de estos dos impuestos: hay un impuesto de Primera Categoría que se aplica de inmediato, año tras año, mientras tú ganas las utilidades, y el Global Complementario se aplica sólo cuando tu sacas las utilidades, que puede ser en otro momento. Por lo tanto, la derogación del FUT implica que esos momentos se juntan en un solo momento, que es ahora, en el 2018, y la tasa máxima es 35 por ciento", reiteró el profesional.